El presidente Alejandro Giammattei, en cadena nacional, se refirió a las diferentes manifestaciones luego de ocho días de protestas que exigen la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras. El mandatario evitó referirse a la renuncia de Porras que ha sido la petición de los manifestantes, mientras que criminalizó las diferentes manifestaciones pacíficas.
«Hemos observado ya actos de vandalismo contra comercios, empresarios y particulares, en medio de incidentes que han empezado a salirse de control de los que han promovido el paro nacional y han hecho llamados a los bloqueos que amenazan con llevarlos al caos», dijo Giammattei, sin embargo, a ocho días de paros no se había observado ningún acto fuera de orden.
El mandatario indicó que «la violencia y destrucción no son caminos viables para el bienestar de nuestra sociedad, estos hechos afectan el patrimonio, el trabajo y el medio de sustento para las familias guatemaltecas».
Asimismo, refirió que es imperativo que «reflexionen sobre los actos y encontremos un camino que nos permita expresar nuestras inquietudes pero de manera auténtica pacífica y respetuosa, los bloqueos no son pacíficos. Los bloqueos coartan no solo la libre movilización sino también están impidiendo el acceso a la salud, a la educación, al trabajo y especialmente a la vida, la democracia nos brinda el derecho sagrado de expresar nuestras opiniones y demandas pero en paz».
Media hora antes de que el presidente diera su discurso en cadena nacional, un grupo de personas que llegó a la Plaza de la Constitución con el rostro cubierto con máscaras y gorros pasamontañas, presuntos infiltrados, iniciaron a incitar a los agente de la Policía Nacional Civil (PNC) que se encontraban resguardando a los manifestantes en la Plaza.
Los presuntos infiltrados lanzaron piedras a los agentes de la PNC que posteriormente lanzaron bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, sin embargo, se pudo observar como las personas que manifestaban pacíficamente se separaron del grupo que realizaba actos vandálicos y se enfrentaban a la policía.
Dentro de los daños provocados por este grupo de personas presuntamente infiltrados, se encuentran daños al monumento bicentenario que se ubica a un costado de la Plaza de la Constitución, además fue dañado el altar de las niñas que se encontraba en medio de la Plaza en memoria de las 41 niñas y adolescentes que murieron quemadas en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
La PNC reportó cuatro capturas de presuntos responsables de haber hecho destrozos y saqueos de comercios en la zona 1 de la Capital, asimismo, se registraron tres agentes de la PNC heridos quienes fueron traslados al Hospital de dicha institución.
