Pocas son las películas que nos sumergen en la cruel naturaleza humana. Si a esto le sumamos imágenes preciosistas, góticas y vomitivas, para crearnos una profunda reflexión, pues entonces el número se reduce aún más.
Esta gran película es tuvo que caer en las manos del director griego Yorgos Lathinos quien aceptó realizar la adaptación de Poor Things o Pobres Criaturas, novela del escritor el escocés Alasdair Gray publicada por allá del 1992. El griego ha dirigido películas como la aclamada La Favorita (2018), y Lobster (2015). Lathinos realizó una película que busca taladrar las paredes de la doble moral, propia de sociedades asqueantes y opresoras con el fin último de abrirnos la cabeza; y lo logró.
No es de extrañar que en la historia de la humanidad ha sido el hombre que, en una posición de poder y violencia, ha provocado un gran desbalance al empujar por el precipicio la dignidad y valores de la humanidad, especialmente las de los débiles y marginados pero sobre todo de la mujer.
Retrato gótico
Esta fábula gótica empieza en la Europa victoriana en su máximo esplendor de hipocresía, cuando una mujer se suicida al saltar de un puente. El cuerpo es rescatado por el deforme y poco ético doctor Godwin Baxter (Willem Dafoe). Godwin se da cuenta que la recién fallecida está embarazada así que para revivirla, extirpa el cerebro del neonato y se lo implanta al cuerpo de la mujer.
Es así que somos testigos del nacimiento y crecimiento de Bella, una Frankenstein emancipada, que está deseosa de conocer el mundo. Bella conoce al abogado sin escrúpulos Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo) quien la lleva a Portugal con el fin de experimentar los placeres carnales y mundanos que ocurren en la Europa sanguinaria de hace 200 años.
¿Es nuestra naturaleza ser crueles?
Pobres Criaturas es una crítica a la imposición de las sociedades atrasadas donde la ignorancia y el silencio buscan anular la personalidad y controlarla por completo bajo la apariencia de un noble manto de protección.
La brillante dirección del Lathinos nos presenta una combinación de imágenes propias de los cantos de Dante, la elegancia del blanco y negro, la deformidad del ojo de pez y acercamientos violentos, con el fin de presentar la estrechez de pensamiento y brindarnos una experiencia reflexiva por muy grotesca que sea. Al griego se le considera en muchos círculos de crítica cinéfila como “El Nuevo Kubrick”. A criterio de este columnista va por buen camino.
Pobres Criaturas es una película que induce un shock espiritual. Es un martillazo que rompe la cabeza y cuestiona nuestro actuar y el trato hacia los otros y otras. Nos hace preguntas como: ¿Es la destrucción de una persona el mejor camino para protegerla? ¿Hemos cambiado algo como sociedad? ¿Somos así de mierdas con el prójimo?
Brillante actuación de Emma Stone y no digamos a Willem Dafoe quienes vivirán en una película que no envejecerá por un buen par de décadas y que le hablará a más generaciones. Cine en estado puro. Eso es Poor Things.
La película está nominada a 11 premios de la academia y será una contendiente fuerte en esta ceremonia de premiación a realizarse el próximo domingo 10 de marzo.