NO NOS FALLEN

Editorial

“Después de la tormenta llega la calma”

El pueblo de Guatemala no ha perdido la esperanza de tener un mejor futuro. Luego de vivir meses de incertidumbre, por fin llegó la primavera. Y aunque el presidente Bernardo Arévalo no sea la panacea, creemos que es un buen momento para dejar las prácticas autoritarias y corruptas de los dos Presidentes que lo antecedieron.

El retraso que representaron Jimmy Morales y Alejandro Giammattei a Guatemala, no puede volver, la ciudadanía debe acuerpar a Arévalo para sacar adelante al país y no permitir nunca más que personas que ostenten el poder le arrebaten el futuro a miles de niños y niñas de nuestro país.

Aunque sabemos que no será un camino fácil por recorrer, estamos seguros que poco a poco avanzaremos en la construcción de una Guatemala en la que soñamos. El reto es inmenso, pero seguramente con las personas que han sido nombradas para los Ministerios y un plan contra la corrupción el presupuesto alcanzará para cubrir las necesidades de la población, sobre todo en salud y educación.

Arévalo y su equipo tendrán que trabajar arduamente para recuperar todo lo perdido y no fallarle al pueblo de Guatemala que ha creído en el cambio que ofrecía el ahora Presidente.

En los últimos tres días se han escuchado propuestas por parte del nuevo Presidente que han sido de satisfacción para la población, como el cambio en la Dirección de Aeronáutica Civil, la propuesta de reforma profunda del Sistema Penitenciario, la participación de las mujeres en altos mandos del Ejército de Guatemala, y sobre todo la solicitud de una reunión con la Fiscal General, Consuelo Porras, para pedirle su renuncia.

Sin embargo, la renuncia de Porras se encuentra cuesta arriba y sus aliados buscarán la forma de mantenerla a flote aunque muy desgastada y quizá con otras sanciones más duras como las que hemos estado presenciando por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.

Las acciones para torpedear la administración del presidente Arévalo y del Movimiento Semilla no van a acabar, en el peor de los casos es que no le van a dejar hacer tanto como ellos quisieran pero habrá cosas que van a cambiar y dar un giro positivo de la función pública en beneficio del pueblo de Guatemala.

La esperanza está puesta en el nuevo presidente, ellos son quienes deberán demostrar que no se votó por los mismos de siempre sino por una opción diferente y eso trae consigo el no fallarle a Guatemala, a la población más desprotegida y a los pueblos indígenas que han sido marginados y discriminados por todos los gobiernos.

Es momento de que Guatemala florezca. Llegó el momento del pueblo, es hora de una mejor Guatemala para todos.