La sanción de EE.UU. a Consuelo Porras genera tensión en relaciones

Foto: EFE/Edwin Bercian

Ciudad de Guatemala, 7 oct (EFE).- La sanción de EE.UU. a la Fiscal General, Consuelo Porras, señalada en septiembre de obstruir la Justicia, es un hecho sin precedentes podría traer consecuencias serias para la relación entre ambos países, según expertos.

La decisión del Departamento de Estado fue impuesta el 20 de septiembre pasado a Porras y prohíbe la entrada de la Fiscal General y jefa del Ministerio Público a Estados Unidos, pero más allá del castigo, también es un aviso sobre las relaciones bilaterales de ambas naciones.

La sanción fue el colofón de una serie de advertencias en 2021 por parte de EE.UU. para continuar con la lucha anticorrupción, que incluyó viajes de funcionarios a Guatemala y posicionamientos públicos por parte de figuras del Gobierno de Joe Biden, entre ellos la visita al país en junio pasado de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, con la migración y la corrupción como temas centrales de su agenda.

Sin embargo, nada de eso evitó que el pasado 23 de julio Porras removiera al jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, el último bastión de la lucha anticorrupción en Guatemala y un aliado de EE.UU. en busca de justicia.

Sandoval, quien durante los últimos seis años imputó a más de 250 personas por corrupción entre presidentes, expresidentes, diputados, ministros, funcionarios y miembros de la élite empresarial, estaba decidido a investigar al presidente Alejandro Giammattei por un supuesto caso de soborno por parte de inversionistas rusos, lo que detonó, según aseguran varias fuentes como una investigación del diario La Hora, a su remoción de la entidad.

Fue así como Estados Unidos decidió sancionar el 20 de septiembre a Porras «por obstruir investigaciones sobre actos de corrupción» y también al Secretario General del Ministerio Público, Ángel Pineda.

UNA SITUACIÓN ‘BOCHORNOSA’

En palabras del abogado, exembajador y exvicecanciller, Luis Alberto Padilla, es «verdaderamente vergonzosa y bochornosa» la histórica sanción por parte de EE.UU. a Porras y Pineda al incluirlos en la Lista Engel, creada por la nación norteamericana para identificar a criminales o personas vinculadas a la corrupción.

Padilla aseguró a Efe que la Casa Blanca podría «pensar seriamente en que lo que este país (Guatemala) necesita es un cambio profundizando la democracia».

Para tal extremo, agregó el también fundador del Instituto de Relaciones Internacionales e Investigaciones para la Paz (Iripaz), se «requiere poner atención a las demandas del pueblo maya, de los pueblos originarios de este país», que conforman casi la mitad de los 16,3 millones de habitantes.

El exembajador observa que la relación entre Guatemala y Estados Unidos es «distante, tirante, tensa, hay molestia de parte de ambos Gobiernos» y «la situación no es buena, es muy mala», pero que ello no implica, a su criterio, que Guatemala salga del radar de la potencia estadounidense, como sí lo ha hecho en la región centroamericana el vecino El Salvador al acercarse a China.

Tampoco cabrían más cambios o repercusiones en general, salvo de algunos de los socios más importantes de Guatemala como la Unión Europea y sus integrantes «más consecuentes», como «Alemania, Francia, los países escandinavos» y «posiblemente Italia», concluyó el exdiplomático.

De cualquier manera, Guatemala sigue generando una situación más que incómoda para Estados Unidos ya que cada año más de 300.000 habitantes del país deciden emigrar de manera irregular a EE.UU., huyendo de la pobreza, la violencia y las injusticias.

Giammattei respondió en dos ocasiones a la sanción en contra de Porras, a quien se ha referido públicamente como su «amiga»: primero criticó por redes sociales la acusación «sin pruebas o sustento», aunque sin mencionar a Estados Unidos, y posteriormente en su discurso en la reunión anual de Naciones Unidas el 23 de septiembre pidió respeto a la soberanía.

Si hay un bálsamo para distender la relación entre ambos países sería la salida de Porras, ya sea por renuncia o por una remoción decidida por Giammattei, pero Padilla ve improbable que eso suceda debido a las «investigaciones» que Sandoval dirigía en contra del mandatario.

Emiliano Castro Sáenz