“Un narcoestado se caracteriza, entre otras cosas, por ser una forma de gobierno en donde interactúan el crimen organizado y las autoridades, permitiendo toda clase de actividades ilícitas al amparo de la Ley, además de permitir actos de corrupción e impunidad”.
¿Será que Guatemala ya se convirtió en un Narcoestado? Con el concepto anterior sobre las características que hacen que un país se convierta en un narcoestado, deduciríamos entonces que sí somos un narcoestado o estamos a punto de convertirnos en uno.
Viene a colación esta situación por las fotografías que circulan del presidente Alejandro Giammattei en la boda del diputado de la Unión del Cambio Nacional (UCN), Napoleón Rojas, agrupación política declarada por los Estados Unidos con ideología “narco” y cuyo fundador y excandidato presidencial Mario Estrada, se encuentra en una cárcel en los EE.UU. acusado de narcotráfico.
Giammattei ha mantenido una “buena relación” con los diputados de la UCN, principalmente con la vicepresidenta del Congreso de la República, Sofía Hernández Herrara, con quien han inaugurado obras en Huehuetenango.
El 20 de enero pasado fue capturado Henry Hernández Herrera, hermano de la diputado Sofía Hernández Herrera, acusado de lavado de dinero vinculado al caso “Los Huistas”, hecho al cual la diputada trató de desligarse al indicar que la responsabilidad penal es personalísima.
Pero por si esto fuera poco, recientemente el Congreso de la República designó las Comisiones de Trabajo, y nombró al diputado José Armando Ubico Aguilar, del Partido TODOS, como presidente de la Comisión de la Defensa Nacional, quien fue condenado en los Estados Unidos por narcotráfico en diciembre de 2003. Es como haber puesto a Drácula a cuidar un banco de sangre.
El pasado 21 de enero, el Congreso eligió a las nuevas autoridades del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) nombrando como Secretario a Raúl Berrios, quien tiene vínculos con el partido UCN, pues fue candidato a diputado de ese partido en el 2019, en el cual se postuló en la casilla 8 del Listado Nacional.
Esto no tiene nada nuevo, ya que en el 2019 en plena campaña electoral, el expresidente Jimmy Morales, se reunió con Mario Estrada, para entonces candidato presidencial de la UCN, para comer una “gallina con loroco”, después se conoce el plan de Estrada para asesinar a sus adversarios políticos, entre ellos la exfiscal General, Thelma Aldana.
A esto se suman las capturas por parte de las autoridades de varios extraditables a los Estados Unidos, acusados de narcotráfico, la retención de miembros del Ejército y de la Policía Nacional Civil (PNC) en la aldea El Zompopero, San Luis, Petén, quienes tenían la misión de realizar labores de reconocimiento en una área del país con ausencia del Estado y la proliferación del narcotráfico.
Juzgue usted entonces sí Guatemala es o no un Estado capturado por el narco, teniendo a funcionarios vinculados al crimen organizado, buscando impunidad en las instituciones que deben servir al pueblo.
En Guatemala no podemos seguir permitiendo la captura del Estado por parte del crimen organizado, ni por quienes buscan la eterna impunidad. Todos los guatemaltecos debemos caminar por senderos con una cultura de legalidad para tener un mejor futuro.