ELECCIONES, DEMOCRACIA Y EL FANTASMA DEL FRAUDE

Editorial

Guatemala se prepara para un proceso de elecciones generales en el que se elegirá al Presidente y Vicepresidente, a 150 diputados y alrededor de 340 alcaldes, quienes serán electos por el voto popular para el período 2024-2028.

Proceso en el que está en juego la democracia, ya que se escuchan voces que afirman que la cooptación de las instituciones del Estado servirá para robarse las elecciones, y entonces afianzarse en el poder quienes pertenecen al Gobierno actual a través del fantasma del fraude.

Desde hace tiempo se está alzando la voz de advertencia por un posible fraude, precisamente por las maniobras que realiza el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Parece que ahora son los propios Magistrados los que nos están llevando a ese escenario, queriendo aplicar un sistema electrónico apresuradamente, cuando se tuvo cuatro años para hacer todos los preparativos con tiempo y robustecer el proceso electoral, olvidando ese fantasma del fraude, dándole certeza a los guatemaltecos que se ha protegido su soberana decisión a través del sufragio.

Esta situación pone en vilo la democracia, porque los guatemaltecos tendrán la incertidumbre sobre si se respetó su voluntad. Esa democracia que ha costado mucho obtenerla no puede quebrantarse.

El TSE, con las últimas decisiones tomadas para evitar que algunos candidatos participen, pone en duda el proceso eleccionario, porque solo permitirá participar a los que considere no han cometidos delitos de campaña anticipada, y el problema no es ese, sino que no ha medido con la misma vara a otros candidatos que abiertamente sí hacen campaña.

Ojalá el TSE muestre su autoridad antes, durante y después del proceso electoral y se evite judicializar este proceso. Además es importante que esa autoridad muestre la capacidad para evitar el financiamiento electoral ilícito y que cuando sea descubierto lo denuncie sin ocultar absolutamente nada, aunque tengamos un Ministerio Público vigilante.

Hacemos un llamado a la reflexión de los magistrados del TSE a no dejarse manipular por quienes a fuerza quieren seguir en el poder, a realizar un proceso transparente y a dejar de lado los procesos de compra opacos o sin sentido a estas alturas de las elecciones generales.