EL ASEDIO A LA DEMOCRACIA

Luis Fernando Mack

“Los intentos de anular el resultado de las elecciones certificado por las más altas autoridades electorales del país o socavar una elección democrática inevitablemente tendrían un impacto en las relaciones internacionales de Guatemala”, Josep Borrell, Portavoz de la UE

El asedio a la democracia en Guatemala se ha vuelto ya un ataque permanente y sistemático, en un claro proceso de intimidación que está utilizando las herramientas jurídicas disponibles para producir incertidumbre y generar malestar ciudadano; desde esa perspectiva, se intuye que dichas acciones no se detendrán en el corto plazo, sino todo lo contrario: se multiplicarán las acciones y los procesos como una forma de demostrar fehacientemente quién tiene el control de las instituciones, en una clara señal que desde ya están mandando para promover varios objetivos: en primer lugar, desarrollar una campaña total que permita influir en el ánimo de los votantes, con la intención de producir una votación en la que salga electa la candidata con la que el sistema ahora se siente cómoda: Sandra Torres mutó para convertirse en la adalid del sistema, algo que era impensable hace unos años. Lamentablemente para Sandra, ahora se convirtió en la peor versión de sí misma, algo que probablemente nadie imaginó en aquellos iniciales años en los que buscaba afanosamente un cambio para Guatemala, en los tiempos cuando construía el proyecto de la UNE.

El segundo objetivo probable de este asedio al Partido Semilla es demostrar quien tiene el poder en Guatemala, de manera que si por alguna razón logra alcanzar el poder Bernardo Arévalo, necesite sentarse a negociar para poder gobernar, o de lo contrario, el cerco político continuará desde el primer momento en el que se anuncie su probable victoria. Desde esa perspectiva, el tiempo que transcurra entre el 20 de agosto y el 14 de enero, será una durísima prueba de fuego para el nuevo gobierno, debido a que pueden ocurrir muchas cosas: si se cancela la personería Jurídica del partido, la bancada de Semilla perderá los privilegios en el Congreso, con lo cual iniciaría el nuevo período legislativo con una bancada muy debilitada. Igualmente, si la persecución penal contra los integrantes del comité proformación del partido continua, ya hay indicios que van en contra del otro liderazgo nato del partido: el diputado Samuel Pérez, junto con otros diputados del partido.

Lo que dificulta el panorama político es el control institucional que el actual presidente Giammattei y sus aliados tienen de las instituciones relevantes, por lo que un gobierno de Semilla emergería con las instancias de control en su contra. Y debido a la independencia de la que goza el MP, tendría a la jefa del Ministerio Público y a las Cortes de Justicia en su contra, algo que unido a una bancada debilitada en el Congreso, indudablemente produciría un gobierno atado para impulsar los cambios que muchos ciudadanos esperan. La prospectiva política para Semilla, por lo tanto, es compleja y sombría, y eso ya se intuye desde ahora.

Pero aún antes de pensar en el gobierno, la prueba de fuego aún es superar el balotaje: la semana entrante se anuncia la primera medición seria sobre la segunda vuelta, y tendremos desde ya la medición de cómo se estaría comportando el electorado. Algunos piensan que Sandra Torres ha hecho una mejor campaña, debido a que ha buscado aliarse con muchos actores, incluyendo el actual gobierno de Giammattei. Por su parte, Semilla no solo está dedicado a defenderse y a procurar proteger a sus miembros, sino además parece poco dispuesto a buscar alianzas, ya que la idea es que su imagen de cambio podría verse afectado si negocia con actores que se identifican en el sistema. Sin embargo, dicha estrategia purista podría ser contraproducente, en la medida que no consolida apoyos territoriales que podrían ser vitales para la segunda vuelta electoral.

El panorama político y electoral, por lo tanto, siguen siendo complejos y difíciles para las perspectivas de cambio. Ojalá que el ciudadano esté consiente que esta segunda vuelta electoral podría ser una oportunidad de oro para que nuestra sociedad se encamine por fin a construir una democracia consolidada, así como una sociedad más justa, más próspera e integrada.