La Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad (AGJI), por medio de un comunicado condenó “los ataques sistemáticos denunciados por la jueza Erika Lorena Aifán Dávila, que la obligaron a renunciar al ejercicio de su función judicial, por existir grave riesgo para su seguridad y su vida”.
De acuerdo con la Asociación, la falta de garantías para desempeñar sus funciones comprometen nacional e internacionalmente al Estado de Guatemala, “toda vez que la jueza Aifán goza de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que buscaban garantizar el libre ejercicio de la función jurisdiccional”; sin embargo, ante el grave riesgo que corría su vida, se le dejó como única opción presentar su renuncia.
Asimismo, dijo que lamentan las amenazas y hostigamiento a su persona, que conllevaron a la imposibilidad de ejercer la judicatura de manera independiente, con peligro hacia su vida, su integridad y libertad, y la de su familia.
Aifán se desempeñó por diecinueve años como jueza, “con calificaciones sobresalientes en sus evaluaciones; fue reconocida a nivel nacional e internacional, incluyendo el Premio Mujer Destacada del Organismo Judicial, Mujer de Coraje 2021, que otorga el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica y el Premio Franco-Alemán de los Derechos Humanos”.
La Jueza de Mayor Riesgo D, anunció que presentó su renuncia al cargo por presiones, amenazas y hostigamiento en su contra.
