Tras la expulsión de CICIG, la corrupción sigue siendo la maquinaria del Estado paralelo, señala IEPADES

Foto: Cortesía

La directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), Carmen Rosa de León-Escribano, hizo una reflexión a 25 años de la Firma de los Acuerdos de Paz y cómo la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), era parte de dichos acuerdos para acabar con los cuerpos y aparatos clandestinos que estaban incrustados en el Estado y quienes eran los verdaderos violadores de Derechos Humanos. Cuál fue la causa de la expulsión de la comisión y como es ahora, que la corrupción es la maquinaria del Estado paralelo que tiene Guatemala.

Según De León Escribano, parte de los Acuerdos de Paz y parte de lo que se discutió cuando se generaron las propuestas de los Acuerdos de Paz, fue precisamente la existencia de cuerpos paralelos dentro del Estado, que eran los que cometían las violaciones a los Derechos Humanos. “Eso ya se había establecido incluso para ser parte de la agenda de los Acuerdos de Paz cuando se firmaron y tuvimos que esperar 10 años para la venida de la CICIG”, señaló.

“Cuando vimos 10 años después ese compromiso del Estado no se había cumplido por un lado, pero por otro seguía habiendo represión, persecución y tampoco habíamos logrado desentrañar la corrupción que los cuerpos paralelos constituían dentro de las instituciones del Estado”, manifestó la directora de IEPADES en un video publicado por dicha organización.

Asimismo, manifestó que lamentablemente esperamos 10 años, porque la CICIG tendría que haber sido parte inicial de los compromisos de los Acuerdos de Paz, “para evitar lo que precisamente tenemos el día de hoy, que es la reconstitución de esos cuerpos paralelos dentro de la institucionalidad del Estado y en donde ya habían generado otros mecanismos de impunidad, que fue mucho más difícil romper una vez que ya se habían asentado durante 10 años, cuando ya tenían una representación en el Congreso que hacía que fuera muy difícil alcanzar compromisos que fueran en detrimento de la captura del Estado”.

Agregó que la CICIG lo que hace es demostrarnos a los guatemaltecos cómo esas redes paralelas dentro del Estado y fuera del Estado, habían hecho una alianza estratégica precisamente para que no se cumpliera nada de los Acuerdos que se habían alcanzado de los Acuerdos de Paz, “que no se cambiara el modelo económico, que no se cambiara el modelo político y que por supuesto no se cambiara tampoco las acciones en materia de seguridad, pero sobre todo, que estos cuerpos pudieran seguir robando el dinero del Estado, que era el que tenía que invertirse para el desarrollo de todos los guatemaltecos y las guatemaltecas”.

De acuerdo con De León-Escribano, la CICIG recibió el respaldo de muchos de los actores de este Estado paralelo que ya se ha dicho que son los grupos empresariales oligarcas y el estamento militar; recibe el respaldo sobre todo cuando empieza a perseguir a políticos que habían sido señalados porque no eran parte de este grupo de la oligarquía criolla.

Sin embargo, las investigaciones de la CICIG continuaron y empezaron a señalar uno de los motivos principales de la situación de porqué estamos con una política capturada y un Congreso capturado, era precisamente el financiamiento ilícito a los partidos, “y es cuando sienta a una mesa a pedir perdón a los principales actores del sector empresarial, y piden perdón por algo que habían hecho durante todo el tiempo que era financiar a los políticos, para que no se cambiara precisamente el modelo económico-político que tenemos incluso al día de hoy y que era uno de los objetivos que quería precisamente cambiar los Acuerdos de Paz, y que tuvimos la esperanza de hacerlo”, manifestó.

Y qué pasó al final entonces, el Estado paralelo, los políticos corruptos, el crimen organizado se unen para expulsar a la CICIG y la expulsan, dejan solo la evidencia de como se ha seguido conformando las redes de corrupción en el país, “porque al final es la corrupción lo que está moviendo la maquinaria de ese modelo de Estado paralelo que tenemos y cooptado, es la corrupción la que ahora hace que este cooptado el sistema judicial para poder garantizar impunidad, que era lo que finalmente los guatemaltecos hace 25 años esperábamos, que no se nos persiguiera, que pudiéramos hablar, que pudiéramos tener una vida digna, y que pudiéramos tener el desarrollo para todos y todas, desde nuestras propias culturas, desde nuestras propias necesidades, como una sociedad plurinacional, pluricultural que somos”, refirió De León-Escribano.