SEÑOR ALCALDE METROPOLITANO

Oscar Augusto Rivas Sánchez

Las responsabilidades a su cargo son muchas y variadas, usted no puede estar en todas partes y por eso le comento algo que puede mejorar su trabajo.

Le cuento que, en la vía más linda y hermosa de Centroamérica: “La Reforma”, un día de trabajo a eso de las once de la mañana, me encontré que un grupo de personas con uniformes negros y ribetes de un vistoso color verde, cerraron dos carriles a la circulación de vehículos, eso que llaman “un operativo”. Que pretendían no sé, porque tuve que buscar otro camino, pero las lenguas viperinas comentan que la comuna tiene necesidad de más fondos y que por eso, la idea es cobrar remisiones de tránsito pendientes de pago.

Desde mi posición de simple ciudadano, me parece que con una razón o con otra, lo que hicieron y hacen diariamente en distintos puntos de nuestra congestionada ciudad, es UN ABUSO. Si se quiere cobrar remisiones hay otros mecanismos, total, la municipalidad no vive ni puede vivir de las remisiones, sería un completo absurdo. Si lo que se quiere es combatir la delincuencia, eso es tarea de otras autoridades. Y si lo que se quiere es alcanzar el respeto a las leyes de tránsito, hay mil maneras de hacerlo sin perjudicar a los demás. Yo pienso señor Alcalde, que todos esos señores de negro y verde, le darían un mejor servicio a la ciudadanía si se dieran cuenta del gran número de motos que, sin placa de circulación, sin casco ni medidas de protección, pero con una señora y dos niños también sin casco, caminan a toda máquina por la ciudad. Es un tema importante, es cierto que podría reducir los votos en la próxima elección, pero la ciudad de Guatemala, nuestra Tacita de Plata, necesita que se atienda urgentemente.

Igual cosa se podría hacer con lo vehículos que contaminan el ambiente con el humo del diésel, que son muchos, o con quienes se estacionan en lugares prohibidos –como la Avenida la Reforma, donde estaban sus equipos de trabajo- para solo mencionar algunos asuntos que es necesario atender.

Naturalmente debemos entender que sus tareas son muchas, que usted no puede andar por las calles viendo que hacen los policías, porque tiene otros asuntos que requieren su atención, lo que le obliga a confiar en otras personas a quienes encarga las distintas tareas que deben realizarse. Pero, Señor Alcalde, usted no ha visto esos operativos en otras ciudades, y no es que no atiendan el cobro de las remisiones, pero hay otras formas de hacer las cosas; un principio de administración dice que “siempre habrá una forma mejor”. Si arriba denuncie un abuso, dejo las cosas claras, no es abuso del Alcalde, sino de sus ejecutivos y empleados, a usted se le puede señalar de exceso de confianza en la gente que lo rodea o si mucho, de desconocimiento del tema.

Administrar la ciudad no es fácil, pero si ya tiene la denuncia, creo que si es fácil exigir a quienes asumen conductas pueblerinas, para que mejoren sus actividades.