QUIEREN BORRAR LA HISTORIA

Editorial

“Lo que estamos viendo es un plan para desmantelar todos los logros de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y de la FECI”, Juan Francisco Sandoval.

Con la decisión del Ministerio Público (MP) de Consuelo Porras y de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) dirigida por Rafael Curruchiche, de revocar los convenios de colaboración eficaz de Juan Carlos Monzón, Edgar Cristiani y del caso Odebrecht, se pretende borrar la historia de corrupción que fue descubierta por la CICIG y la colaboración de la FECI, cuando estaba a cargo el fiscal más valiente que ha tenido el MP, Juan Francisco Sandoval.

Parece que no se han dado cuenta que lo que están haciendo es prácticamente disparándose al pie. Los casos de gran corrupción que fueron descubiertos con el testimonio de Monzón son los que tienen en prisión a varios exfuncionarios y empresarios, entre ellos el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, personajes que minaron la democracia del país.

En el caso de Cristiani, la investigación emblemática de los “roba vueltos” del Congreso de la República, con Plazas Fantasmas, demostraron lo sinvergüenzas que pueden llegar a ser quienes ostentan por un momento el poder y se dedican a robar el dinero del erario público por donde mejor les pegue la gana como lo hacen ahora haciendo compras sobrevaloradas de café con la baja cuantía.

Y qué decir de Odebrecht, en donde los mayores beneficiados son el exministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi y el excandidato presidencial Manuel Baldizón, entre otros diputados y exdiputados que seguramente resultaron embarrados de los millonarios sobornos pagados por la multinacional brasileña, pero que esto lo único que muestra es el tipo de venganza que quieren contra el exfiscal Sandoval a quien por fuerza quieren responsabilizar y dejar libre a los verdaderos responsables.

Guatemala se encuentra librando una batalla sin precedentes contra quienes quieren seguir en un sistema plagado de corrupción e impunidad y acabar con lo poco que nos ha quedado de aquel despertar de 2015, pero pareciera que los frutos de esos esfuerzos los quieren ir destruyendo para que impere el régimen de ilegalidades y tráfico de influencias a los que está acostumbrada a manejar la Fiscal General.

Hoy que vemos a un Ministerio Público defender a los criminales o alegrarse de las resoluciones emitidas por Juzgados o Salas en donde se dice ha corrido el dinero mal habido, nos damos cuenta de la podredumbre y de la clase de funcionarios que en nada representan a la ciudadanía honrada y trabajadora.

Ahora los sinvergüenzas apoyados por la Fiscal General, quieren hacer su agosto a costa de los casos emblemáticos que despertó al pueblo de Guatemala que exigió cambios para derrocar el sistema y que los politiqueros solo maquillaron para que nada cambiara y hoy sufrimos ese retroceso.

Por algo es que los corruptos descubiertos querían fuera a la CICIG y a Sandoval de Guatemala. Porque ahora con el apoyo de Porras, tienen la fuerza para que todo vuelva a ser como antes y quien se oponga será destruido con cualquier vituperio en su contra, con tal de lastimar su honor y su decencia, pero no saben que la verdad siempre saldrá a luz y el que juega con fuego se quema.