PENSAMIENTOS CONTRA LA TIRANÍA

Gabriel Orellana

Contra la dictadura ya se pronuncia nuestro Himno Nacional reconociendo que la felicidad de Guatemala dependerá de que la: «No profane jamás el verdugo / Ni haya esclavos que laman el yugo / Ni tiranos que escupan tu faz». Verdugo, esclavos y tiranos es la triada de la que abjura y que, con justo motivo, aspira al ideal el hecho de que el pueblo: «con ánima fiera / Antes muerto que esclavo será…»

Sirva lo anterior para compartir algunas reflexiones que sobre la tiranía que he coleccionado a lo largo del tiempo, y que hoy les comparto. 

“La libertad es un deber y cuando no la defendemos la toman por asalto los mortíferos jinetes de las tiranías arbitrarias.” Salvador Sostres

“Los reinados de los tiranos nunca tienen un desenlace feliz. Todo lo contrario: los déspotas siembran muerte y dolor, acaban con naciones enteras y, lo peor, sacrifican el presente de los demás —la única vida que tienen y que van a tener— en el cruento altar de su megalomanía.” Román Revueltas Retes

“En los sistemas modernos cuando el César obedece la ley, se llama Estado de derecho. Cuando la desobedece, se llama tiranía. Cuando simula que la obedece, se llama dictadura. Y cuando tan sólo dice que la obedece, se llama demagogia.

A su vez, cuando los gobernados obedecen la ley, se llama legalidad. Cuando la desobedecen, se llama delincuencia. Cuando simulan que la obedecen, se llama falsedad. Y cuando tan sólo dicen que la obedecen, se llama farsa.” José Elías Romero

“Mao Tse Tung, que decía que cuantos más libros lee uno más estúpido se vuelve. Claro que lo que pretendía el líder chino era que la gente se pasara la vida con un solo libro –su Libro rojo –, del que colocó 900 millones de ejemplares. Un tipo listo, Mao. Y un tirano. De hecho, las personas de un único libro son carne de adoctrinamiento y fanatismo.” Llàtzer Moix

“La acumulación de todos los poderes, el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, en las mismas manos, sean de uno, de pocos o de muchos, ya sea por herencia, autonombramiento o elección, puede enunciarse con justicia como la definición misma de la tiranía.” James Madison

“Un individuo que investiga es también un ciudadano que construye. El líder al que no le gustan los investigadores es un tirano en potencia.” Timothy Snyder

“La vieja práctica de los tiranos es usar una parte del pueblo para tener sometida a la otra parte”. Thomas Jefferson

«No se entrará en batalla con un hombre aguerrido y terrible, sino que ganará tiempo, porque este es el que marchita el vigor de la tiranía». Catón el joven.

“Edipo ha quedado para la literatura como el símbolo de cómo se puede pasar de la apoteosis del poder a la más miserable de las desgracias. De cómo una vida es suficiente para mostrarnos que el poder es efímero, que la condición humana es limitada y que no es lícito desafiar ciertas fuerzas que no dominamos. Edipo nos muestra cómo algunos en su soberbia no son capaces de ver las desgracias que ellos mismos se atraen, pues como dice un hermoso verso, “los dioses ciegan a quienes quieren perder”.” Mariano Nava Contreras (El tirano como personaje).

“La caída es, pues, un elemento fundamental del personaje del tirano. Representa la idea de cómo al final el hombre más poderoso no es capaz de escapar a las miserias propias de su condición humana: la desgracia, la enfermedad, la muerte. Se trata de un espectáculo que al parecer nunca nos cansaremos de contemplar. El tirano encarna los dos extremos en que se mueve la vida del hombre: la apoteosis y la miseria”. Mariano Nava Contreras (El tirano como personaje)

“[A]lgunos como Leo Strauss han notado que la tiranía nace en la sociedad a partir de perversos desequilibrios. Extremas circunstancias que generan extremas respuestas. Sólo una descomposición desmedida del tejido social e institucional puede propiciar una aberración política del tamaño de la tiranía, y mientras más alta es la gloria, más profunda la caída”. Mariano Nava Contreras (El tirano como personaje)

“Por más imperfecta y grotesca que pueda ser, la democracia es mejor que la dictadura. En una dictadura, el individuo no tiene voz, su importancia se reduce al mínimo y el dictador, acompañado de su pequeño grupo, es el líder. En una democracia aún es posible negociar, es posible tener un hogar. […] La democracia es imperfecta pero es real. La democracia no es necesariamente inmoral, ya que a menudo propone un acuerdo entre personas que quieren cosas distintas. La revolución no propone ningún acuerdo, propone que un bando mate al otro y luego propone un mundo utópico perfecto. Y, como ya ha sido probado, eso termina en un desastre”. Norman Manea (citado por Christopher Domínguez Michael, “Norman Manea: “La distancia entre la utopía y la tiranía es muy pequeña”, Papel Literario, 08 de julio de 2018).

“El tirano muere y su reino termina; el mártir muere y su reino comienza.” Sören Kierkegaard

“La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas”. Albert Camus

“Hacerse del poder, tenerlo, es una tentación idiota. El poder se adueña de las almas: el poderoso es su sirviente, si no su esclavo. Creemos consolarnos, en secreto, atribuyendo la monstruosidad del poder a defectos, vicios o maldades porque la verdad nos quitaría la calma y el sueño: el tirano no pertenece, como sujeto, a la teratología sino a la medianía de los hombres. Alguna pasión, mucha necedad, un par de ideas fijas y el sueño de sí mismo como transformador de la realidad.” Julio Hubard, (Almas baldías, Bichos y parientes, Milenio.com, 23/09/2017).

“Los intelectuales revolucionarios tienen la misión histórica de inventar el vocabulario y los temas de la próxima tiranía.” Nicolás Gómez Dávila

“Las masas están para mirar y aplaudir; y no para exhibirlas como fuerza bruta ni para cederles el protagonismo ni mucho menos el liderazgo político. Los mejores amigos de la democracia directa, de los referendos y de las bases envalentonadas fueron los grandes tiranos del pasado siglo.” Salvador Sostres

“toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monólogo y el mausoleo.” Octavio Paz