El Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas Andrade se reunió con la jueza de Mayor Riesgo «D», Erika Aifán, con quien compartió su preocupación por el cambio de ubicación de su despacho.
En los días posteriores serán cambiados de ubicación el despacho y la sala de audiencias de Aifán, lo cual podría poner en riesgo su seguridad, integridad y la información de causas que conoce como Jueza.
Por su parte, el PDH, recomendó al Pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) priorizar la seguridad e integridad de la Jueza Erika Aifán sobre cualquier cambio que la pueda poner en riesgo.
Aifán fue reconocida por el Departamento de Estado de Estados Unidos como «Mujer de Coraje» el pasado 8 de marzo, por su lucha contra la corrupción, esfuerzos para aumentar la transparencia y acciones para mejorar la independencia en el sector de la justicia.
Sin embargo, acudió al ámbito internacional por lo que en octubre de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dictó medidas a su favor por ser víctima de amenazas a sus derechos, hostigamientos, presiones y represalias por casos de alto impacto que conoce.
Asimismo, ha interpuesto denuncias por pérdida de expedientes, filtración de información, agresiones verbales, entre otras faltas cometidas por personas que laboraron en el juzgado que dirige.
Aifán, junto a los jueces de Mayor Riesgo, Yassmín Barrios, Miguel Ángel Gálvez y Pablo Xitumul, presentó una denuncia ante el Ministerio Público (MP), el pasado 21 de junio, por hostigamiento, amenazas y persecución por su trabajo, siendo estas, infundadas, espurias y que datan de muchos años.
Hace dos semanas, los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) decretaron un “auto para mejor fallar” y resolvieron pedir un informe a la CSJ, el Ministerio Público (MP) y a la jueza Erika Aifán, antes de resolver en definitiva un amparo planteado por la juzgadora contra el trámite de antejuicio interpuesto en su contra por el Instituto de Magistrados de Corte Apelaciones.
