Guatemala vive los peores momentos de su historia reciente en cuanto a la justicia se refiere. Si bien es cierto nadie le apuntaba un cambio significativo al Ministerio Público de la mano de la Fiscal General Consuelo Porras, tampoco se esperaba que fueran tan sinvergüenzas de otorgar impunidad a manos llenas a cualquiera que haya sido acusado por el mejor Fiscal de Guatemala, Juan Francisco Sandoval.
Pero no solo casos del Fiscal Sandoval están siendo vilipendiados, sino que resulta que las acusaciones del actual jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, no pueden ser sostenidas por el ente investigador, o simplemente no les da la gana seguir la causa.
Con total descaro el MP está siendo destruido completamente por Porras y Curruchiche, como que si eso mereciéramos los guatemaltecos que estamos hartos de tanta impunidad y corrupción, que funcionarios como ellos han generado.
Es desalentador ver como la exmagistrada Blanca Stalling busca regresar su cargo en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) cuando se sabe que son magistrados usurpadores de los puestos que actualmente ostentan, y por un Congreso que no ha tomado la seriedad necesaria para elegir a los nuevos Magistrados tanto de la CSJ como de las Salas de Apelaciones. Sin embargo, la volveremos a ver sentada en una de las sillas de la Corte, porque será el pago y la disculpa del Pacto de Corruptos para seguirse generando impunidad, pero lo más grave de esta situación será la venganza contra el Juez Carlos Ruano, que ya empezó, con mensajes intimidatorios en la redes sociales por la propia Magistrada que dicho sea de paso, está llamada a defender la independencia judicial.
Y ahora que las piezas se vuelven a recomponer por el proceso electoral que se avecina los beneficiarios serán muchos, pues buscan volver a tener el poder para robar y seguir delinquiendo con la venia de doña Consuelo Porras, porque saben que ahí encontraron lo que por muchos años estaban buscando, que era su libertad.
Ya no podemos hablar de retroceso de la justicia, esto ya es la destrucción de lo que alguna vez alcanzamos, cuando tuvimos una esperanza de ver a los poderosos pagar por sus crímenes de corrupción y por haber dejado a los guatemaltecos en la pobreza y la desnutrición que se roba el futuro de nuestra niñez.
Finalmente estaremos asistiendo a un Estado Fallido pues sin un sistema de justicia verdaderamente independiente e imparcial, el autoritarismo que buscan los grupos que nos gobiernan nos convertirán en una Nicaragua, con la inquisición de las leyes al antojo de los gobernantes.
