Médicos aseguran que el «hongo negro» o murcomicosis, infección asociada con el COVID-19, no se transmite de persona a persona, sino que afecta a personas con enfermedades como diabetes o sida.
Según los profesionales de la salud, el hongo negro se desarrolla por el uso de asteroides en medicamentos usados en personas graves por COVID-19 que tengan una enfermedad base o que estén bajo tratamiento médico que reduce la capacidad del cuerpo para combatir las bacterias y gérmenes.
Las personas que padecen de COVID-19 están propensas a padecer esta infección ya que ambas enfermedades afectan a las personas con defensas bajas.
El hongo negro inicia en las vías respiratorias y se disemina en todo el cuerpo de las personas que lo padecen, proviene generalmente del suelo, plantas, estiércol y alimentos en descomposición y afecta las fosas nasales, los pulmones, los huesos y los ojos, y puede llegar a afectar el cerebro.
El departamento de epidemiología del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) confirmó la presencia en el país de mucormicosis u «hongo negro» en el país por medio de una circular enviada el pasado 02 de julio a todos los directores, epidemiólogos y jefes de laboratorio de las áreas de Salud, así como a hospitales públicos y privados.
Se trataba del primer caso de hongo negro en una paciente de 56 años, quien era paciente positiva a COVID-19 que también tenía antecedentes de diabetes. Esta persona falleció este lunes en el Hospital General San Juan de Dios, tras ser diagnosticada con murcomicosis el 23 de junio.