EL PROCESO ELECTORAL GUATEMALTECO

Editorial

En el año 2023 el Tribunal Supremo Electoral (TSE) convocará a Elecciones Generales, sin embargo, pareciera que esta convocatoria no la esperan los partidos políticos que desde ya están haciendo campaña disfrazada con jornadas de afiliación y formación y se anticipan a un proceso electoral peculiar, que ojalá no esté manchado de sangre.

Hoy vemos a varios políticos que buscan el poder con discursos preparados para la campaña electoral, no hacen un llamado al voto que es lo único que les falta, pero ya lanzan sus mensajes esperando persuadir a la ciudadanía para que voten por algunos de ellos, o ya están cantando sus cancioncitas para ser reconocidos por la población.

Todo esto frente a un TSE que de Supremo no le queda nada, los propios Magistrados dejan mucho que desear pues evitan poner en orden a los partidos políticos que hacen ese proselitismo disfrazado de jornadas de afiliación, porque son los mismos que los pusieron en esos puestos.

Atrás quedó la calidad de magistrados como Julio Solórzano o María Eugenia Mijangos, que con altura y conocimiento de cada rincón de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, frenaron los desmanes de los políticos que quería aprovecharse de las condiciones del momento para adelantarse a los procesos.

Sin embargo, lo que podemos observar ahora es que los ciudadanos nos vamos a enfrentar a un Tribunal complaciente con los políticos y con los dueños de los partidos, porque ya ha pasado más de un mes desde que Miguel Martínez, el protegido del presidente Alejandro Giammattei, junto al diputado Manuel Conde Orellana realizaron un mitin político asegurando ser los jefes de jefes de la mano del partido oficial VAMOS, y no existe ni una sanción y mucho menos algún pronunciamiento de parte del Tribunal Supremo.

En el 2019 en el proceso electoral, el TSE había firmado un convenio con la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que causó revuelo, pues algunas voces disidentes a la Comisión dijeron que ocurría un fraude electoral, en ese entonces ganó la presidencia Alejandro Giammattei con el partido VAMOS, y de allí en adelante esas voces que gritaban fraude y que se atrevieron de forma violenta a ingresar al TSE cuando se firmaba aquel convenio, no dijeron ni pío.

El fin de semana se hizo público que el Ejército ha firmado con el TSE un convenio para “transferir” información, ahora veremos quién grita a los cuatro vientos que será un fraude electoral. Lo que ahora se está gestando como se ha dicho desde hace ratos es el robo de las elecciones por los que ahora nos gobiernan, con la cooptación que ya hicieron del Estado de Guatemala, esa captura del Estado está a punto de cobrar factura.

Este será el proceso electoral que se nos avecina, veremos quien lo soporta y si por fin la población no vende su voto por las canciones, los regalos o las amenazas. Guatemaltecos, es momento de abrir los ojos y no dejarse engañar.