Hay fiesta en casa. Lo que nació como inquietud profesional de un selecto grupo de comunicadores sociales, pasito a pasito ha madurado y paulatinamente se va ubicando en el interés y aprecio de su público. Epicentro ha llegado a sus dos primeros años, pareciera fácil, pero ese caminar ha estado lleno de inquietudes, preocupaciones y mas de algún resbalón; pero así se construyen las obras importantes, con paciencia, decisión y perseverancia, mas aun, en un ambiente en el que la labor del comunicador social, ─principalmente de aquel que se propone difundir la verdad y hacer incidencia positiva entre sus lectores─, que con mucha facilidad se ve presionado y amenazado por aquellos a los que la verdad lastima y perjudica; por los que quisieran que las cosas nunca cambiaran y no existieran voces de reclamo.
Desarrollar un medio de comunicación requiere de una gran vocación de servicio a la sociedad; exige un permanente respeto a la verdad; demanda el valor necesario para denunciar los errores, vicios y atropellos que a diario sufre la población; en pocas palabras, debe estar enmarcado en el firme compromiso de buscar el beneficio público, el bienestar de la población y el desarrollo del país.
En estos dos años, el equipo de Epicentro ha demostrado que cumple con los requerimientos señalados: abrió sus puertas a diversidad de opiniones, ha desarrollado su actividad con respeto a los principios éticos y poco a poco se consolida como un medio en el que el público puede confiar, un medio que alejado de partidismos, intenta orientar a la ciudadanía por los mejores caminos.
Entonces, es oportuno saludar a quienes lo hacen posible, a su equipo de apoyo, redactores, editorialistas y columnistas, quienes afiliados a la búsqueda de lo mejor para el país lo hacen posible.
En estos dos años, va un abrazo fraternal para toda la familia de Epicentro, y los mejores deseos por un futuro lleno de éxitos y realizaciones.
Solo me resta decirles ¡SALUD Y LARGA VIDA…..!!!!!!!!!!!
