Devotos guatemaltecos bailan con «amor eterno» al santo pagano «Maximón»

Foto: EFE/ Esteban Biba

San Andrés Itzapa (Guatemala), 28 oct (EFE).- Decenas de devotos guatemaltecos y fieles al santo pagano San Simón o «Maximón» celebraron su día este jueves al ritmo de mariachi en el templo construido en su honor en el municipio indígena de San Andrés Itzapa, a 53 kilómetros de la Ciudad de Guatemala.

Cada 28 de octubre los religiosos celebran al santo creado a partir del sincretismo religioso de la cosmovisión maya y los santos católicos, en el día que el calendario católico se celebra el día de San Judas Tadeo, los fieles a «Maximón» celebran su día llevando ofrendas a su iglesia.

En su mayoría llevan dinero en efectivo, alcohol y puros de tabaco. Como Alejandro, un devoto del municipio de Chimaltenango, a unos 6 kilómetros del templo de «Maximón», que pagó un mariachi que tocó durante una hora canciones regionales que otros devotos aprovecharon para cargar las imágenes a San Simón y bailar abrazándolas a ese ritmo, dentro del templo.

Otra seguidora, Ingrid, una mujer de 30 años, bailó y cantó la canción «Amor eterno» del cantante mexicano Juan Gabriel, mientras sostenía una cerveza.

«San Simón me ha hecho muchos favores, me ha ayudado en mi vida y en lo económico, cada año lo celebro», dijo a la Agencia EFE.

Foto: EFE/ Esteban Biba

El templo de San Andrés Itzapa fue construido en 2011 en honor a San Simón, para realizar ceremonias espirituales en su honor y “limpias” que devotos pagan a los guías para recibir bendiciones y para magnificar los favores pedidos al santo pagano.

En las paredes del templo hay placas y fotos que los devotos beneficiados por el favor del santo dejan en agradecimiento por los negocios que lograron construir, por los viajes a los Estados Unidos que concluyeron migrantes de forma exitosa e incluso por la compra de vehículos o conquistas amorosas.

San Simón es representado en figuras como un hombre indígena, de mediana edad, vestido elegantemente con un traje negro, corbata y un sombrero. Usualmente también se le colocan puros en la boca y anteojos oscuros.

Sus seguidores fuman puros ante él o piden ser «despojados» y «protegidos» en una ceremonia de aspersión de alcohol que oficia un sacerdote o chamán del templo.

El simbolismo de San Simón raya entre el bien y el mal, entre la religiosidad y los vicios, y las fiestas en su honor, que se prolongan hasta el 1 de noviembre, cuando se celebra el Día de Todos los Santos en el país.

Foto: EFE/ Esteban Biba