Artículo 113.- Derecho a optar a empleos o cargos públicos. Los guatemaltecos tienen derecho a optar a empleos o cargos públicos y para su otorgamiento no se atenderá más que a razones fundadas en méritos de capacidad, idoneidad y honradez.
Miles de guatemaltecos buscarán un puesto público en las elecciones generales de 2023, sin embargo, no todos cumplirán con los méritos de capacidad, idoneidad y honradez; esta última cualidad casi nadie de los candidatos que veremos la cumplen.
La Dirección General del Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) deberá evaluar a cada uno de los candidatos que se postulen para cargos públicos y aplicarles el artículo 113 constitucional, para que los guatemaltecos tengamos a los mejores candidatos quienes asumirán las riendas del futuro del país.
Y es que en realidad los guatemaltecos cada vez escogemos entre los aspirantes malos, los menos peores. Unos son narco políticos confesos, otros corruptos, otros impunes, violadores de Derechos Humanos, sentenciados por actos de corrupción, entre otros muchos delitos, pero que se postulan para buscar impunidad cuando ya estén en el cargo.
Por eso al amparo de la Constitución los ciudadanos exigimos una depuración expedita de las candidaturas por parte del jefe de la Dirección General del Registro de Ciudadanos, para tener a los mejores candidatos, y no jugarnos el futuro con narco políticos o corruptos.
Además, el Registro de Ciudadanos no debe tener un doble rasero con los candidatos, porque no es posible que a los narcos confesos, a los corruptos y violadores de Derechos Humanos, rápidamente les haya aceptado su candidatura y no a los personajes que para el sistema son incomodos. Aquí debe ser parejo el asunto, o todos hijos o todos entenados.
Es indispensable contar con propuestas políticas diferentes y no con políticos reciclados, que insistimos nada más buscan impunidad, sabemos y conocemos que en estas condiciones en donde primero se dedicaron a cooptar las instituciones poco se puede hacer o lograr, pero no perdemos la esperanza.
Todo lo pueden matizar de legal, pero siempre carecerá de legitimidad y más cuando cientos de candidatos no son idóneos, no son honestos y mucho menos honrados y cada cuatro años se pintan con piel de oveja pero debajo son los lobos de siempre esperando a quien devorar.
Los guatemaltecos tenemos el derecho de escoger a los mejores políticos que de verdad velen por el bien común, soñamos y añoramos, como dijeron los obispos, con un proceso electoral honesto y transparente.
