Cardenal Ramazzini: Navidad, tiempo de reflexionar, perdonar y demostrar el amor en familia

Nacimiento del Portal de La Sexta. Foto: Municipalidad de Guatemala

Estos días en que recordamos la Natividad del Señor, es importante tener en cuenta el amor de Dios para nosotros, mismo que debemos vivir en familia.

«Yo considero que el primer lugar donde tenemos que vivir este amor es en la familia. La celebración de la Navidad tiene una dimensión 100% familiar, y con familiar no es solamente reunirse a comer o reunirse para tomar algo, sino perdonarse».

Cardenal Álvaro Ramazzini

Agregó que hay muchas familias que tienen dificultades y que a lo largo del año, en lugar de buscar una solución, van haciendo que las divisiones sean mayores.

«Es un tiempo en que las familias deben de reconciliarse si hay algo de que reconciliarse y también es un tiempo para reforzar las relaciones entre los miembros de la familia y esto hacerlo no solamente como una fiesta sino en un espíritu de oración», aseguró el cardenal de la Iglesia Católica en Guatemala.

Asimismo, mencionó que sería importante participar en las actividades religiosas según el estado de los municipios según el tablero de COVID-19, ya que se tienen planificado recordar el nacimiento del Hijo de Dios en los templos.

De no haber posibilidad de participar de esta manera, «es mejor reunirse en familia para rezar juntos, leer la narración del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo sería una excelente idea», dijo.

«Creo que enfatizar el tema familiar para estas celebraciones debe ser algo muy prioritario», recalcó Monseñor Ramazzini.

Agregó que en la celebración de la Navidad aflora muchísimo la dimensión emotiva, y es algo que se debe aprovechar. «Si hay personas que todavía están haciendo su duelo por seres queridos, es una buena ocasión de compartir ese duelo con otras personas de la misma familia que tal vez no lo han hecho previamente», mencionó.

«Indudablemente, el tema tiene que ser siempre, algo realizado sin alcohol, con la debida sobriedad, de lo contrario, todas las frustraciones emotivas surgen de una manera imperativa, entonces, un primer principio es el no beber y juntos compartir la historia de dolor que llena el corazón de algunas de las personas de la familia. Creo que eso puede ayudar para que la persona que siente el dolor y la tristeza, al exponerla y compartirla, se sienta apoyado por el resto de la familia, de los amigos o amigas”, dijo monseñor Ramazzini.

Compartió que como comunidades cristianas, lo que buscan es llegar a esas personas que tienen solo una participación esporádica y una de ellas es la fiesta de la Navidad.

«Vale la pena seguir insistiendo en el sentido sagrado de la Celebración y no tanto en el sentido profano, mundano en el aspecto bíblico, todo lo que se opone a Dios. Una celebración que se queda solo en la dimensión de lo profano, lo exterior, de comer y  beber bien y punto, deja mucho que desear en las personas que quieran vivir su compromiso de una manera autética», puntualizó.