Luego de las declaraciones del exjefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, por su salida y que ponen en entredicho la función de la Fiscal General, Consuelo Porras al frente del Ministerio Público (MP), analistas consultados aseguran que la titular del MP carece de legitimidad para seguir en el puesto.
El abogado constitucionalista Gabriel Orellana dijo que Porras, políticamente perdió legitimidad, y también desde el punto de vista funcional, porque de acuerdo con la Constitución Política de la República, la función del MP encabezada por su jefe supremo que es la Fiscal General, “es velar por la recta aplicación de la Ley, entonces desde el momento en que ella incumplió con darle al Fiscal (Juan Francisco Sandoval) un debido proceso ya está retratando de cuerpo entero de cómo funciona el MP, es decir que es un entidad que no respeta los principios constitucionales más elementales que son los derechos humanos”.
Según Orellana, independientemente de todos los casos que deslegitiman a la Fiscal General, porque ella estaba parcializando los casos y o llevándolos a donde les convenía, “Ella (Consuelo Porras) esta encarnando la ilegalidad con la actúa el MP”.
Además, agregó que cuando la Fiscal habla de que se realizaron investigaciones a adversarios ideológicos de parte del exjefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, de cierta manera se está atacando también al MP, porque desde el momento de que los dos hablan de politizar, de sectorizar y parcializar, prácticamente están aceptando que se funcionaba de una forma contraria a la Ley.
Por otro lado en cuanto a la implicación del presidente Alejandro Giammattei, en el sisma dentro del MP, Orellana señaló que el mandatario perdió la dimensión de la institucionalidad y él ya lo había manifestado desde el principio con la relación con el Vicepresidente, “lo que el Presidente está demostrando es que la Ley y la Constitución y todo lo que es la división de poderes le vale madre”.
Agregó que el Presidente prácticamente ya tiene la posición de dictador o de tirano, y lo único que va quedando en legítima defensa del pueblo es la rebelión, “no le encuentro yo otro punto, porque al Estado lo tienen ya todo amarrado” señaló.
Por otro lado, el abogado Oswaldo Samayoa, del Centro de Estudios de Guatemala (CEG), señaló que la FECI avanzó certeramente en algunos casos y se atrevió a tocar las estructuras de poder que están tratando de recomponerse tras lo de la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
“Esto motivó a acciones urgentes para desestabilizar e intervenir todo lo que ha sido CICIG, lo lamentable es que encontramos al Presidente con reuniones previas con la Fiscal y que ya nos hacen presumir que hay una intervención presidencial sobre la independencia del Ministerio Público” manifestó Samayoa.
Además, agregó que en esa lectura aparece la situación particular de la Fiscal General, y es de reiterar que hay un principio esencial en el sistema de justicia, no solo hay que ser independientes sino hay que parecer independientes, “y la independencia de ciertos actores dentro del MP ya estaba siendo cuestionada, pero ahora no solo se ha perdido la apariencia de independencia, sino que se ha demostrado que no son independientes” manifestó.
Según el abogado esto lleva al rescate de la institucionalidad del MP y rescatar los casos de personas vinculadas en casos de corrupción, malversación de fondos y el uso del poder político, lo cual exige la salida de todas las personas que de alguna u otra manera estén involucradas en este caso.
En cuanto a la legitimidad de la Fiscal General para mantenerse en el cargo, Samayoa, manifestó que ya no existe ninguna legitimidad, porque ha quedado tirada y se ha perdido totalmente, así como lo han manifestado varios sectores.
“A mí me parece que la única fórmula para solucionar el problema de legitimidad en el ente de persecución penal e investigación criminal del país, es con la salida de todos estos actores” señaló Samayoa.
Además, refiere que la salida de esos actores será a través de la presión social, del cansancio ciudadano, de ver como se ha venido desde el 2016 a la fecha cooptando todos los poderes del Estado.
“Son los movimientos, las manifestaciones, las expresiones, las que deben tener y generar la presión necesaria para que estas personas abandonen los puestos, porque no van a renunciar voluntariamente” dijo Samayoa.
