UNA ARGENTINA DE NUNCA MÁS

Allan Martínez
Allan Martínez

Es difícil y complicado escribir de una película como Argentina 1985. Nos relata un pasado similar al de una Guatemala de 1982 (o 2023) que se resiste a morir y que avanza desenfrenadamente hacia aquel heroísmo cobarde y sádico.

Sobre todo porque Argentina luchó una guerra de guerrillas liderada con un ejército adiestrado sistemáticamente para devolver la violencia, no para hacer valer el orden y la justicia, si no con una “feroz, clandestina y cobarde respuesta” como nombra Strassera.

Nos vamos entonces a aquel despertar democrático de 1983 cuando Rubén Alfonsín gana las elecciones. Lo primero que Argentina hace después de estar perdida en esa niebla de guerra, es llevar a justicia a la “Junta” militar por crímenes contra la humanidad.

Esto no cae bien en la cúpula militar de vacas sagradas que ven en ese acto de justicia como una venganza y una traición deleznable porque después de todo ellos se autodenominan “héroes de la libertad”. ¿Te suena esto a vos? 

Un fiscal es designado para investigar toda la estrategia genocida de los militares. El malestar entre la sociedad Argentina es palpable porque ellos creen que fueron salvados por estos grandes “héroes” pero desconocen el sadismo, la cobardía y la saña que estos militares perpetraron contra su propia sociedad a la que aplastaron sin piedad y con el gusto y placer de un psicópata.

La película se sigue desnudando en realidades paralelas que son obvias para cualquier latinoamericano que ha sido rehén de su dictadura militar y que por estos lares quiere revivir.

Ante tal escenario es nombrado el fiscal Julio César Strassera (interpretado por el grandísimo Ricardo Darín) quien tiene que dirigir todas las pesquisas en un clima de miedo con todo el poder militar en su contra; y debe enfrentarlo junto con su familia. A Strassera se le suma el joven fiscal Luis Moreno Ocampo quien tiene la brillante idea de convocar a jóvenes que al igual que él quieren hacer justicia. Ocampo también tendrá que luchar con sus propios demonios o familiares militares que lo ven como un escarabajo de estiércol.

Honor a las víctimas

La narrativa se desliza entonces por los terribles testimonios y sufrimientos de aquellos sobrevivientes que, mostraron a flor de piel, los efectos de la cobarde tortura disfrazada de táctica militar.

Strassera se ve envuelto en un hecho histórico que lo coloca en ojo mundial. Sus argumentos finales son un manifiesto de justicia y con el tiempo se han convertido en una exquisita pieza literaria que en su momento encendió un polvorín de triunfo a una sociedad argentina que anhelaba sanar.

Argentina 1985 es un documento que sacude el mismo cimiento de la sensibilidad de cualquiera. Nos dibuja, al menos en Guatemala, un pasado que está más vivo que nunca. Que el miedo y la destrucción civil e institucional de un estado de derecho es más económico que una nación democrática y un desarrollo social equitativo.

La justicia no es venganza, afirma Argentina 1985, y subraya que es el único camino para honrar a nuestra sociedad y sus muertos para que este pasado no se repita, nunca más.

La película termina con un raquítico Argentina sigue en democracia desde 1983 pero todavía se ahoga en vicios del pasado y pecados capitales de una clase política muerta de hambre y sed de poder.

Una película fundamental y recomendable. Ganó el Globo de Oro de este año como mejor película extranjera y fue nominada a los premios Oscar de 2023 como mejor película extranjera estatuilla que le fue arrebatada por los alemanes “Sin novedad en el frente”. Dirigida por Santiago Mitre conocido por películas como La Patota (2015) y El Estudiante (2011).

Puede verla en Amazon y con suerte en la plataforma de películas en línea gratis de su preferencia.