El Tribunal de Mayor Riesgo de Quetzaltenango absolvió al diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sergio Enríquez Garzaro, acusado de fraude millonario en el caso Chicamán, Quiché.
El Tribunal aseguró que el Ministerio Público (MP) no acreditó los medios de prueba suficientes para determinar la responsabilidad de Enríquez. El delito por el que fue absuelto el diputado de la UNE es lavado de dinero.
Además, fueron beneficiados los hermanos Walter, Axel, Osman y Joaquín Gammaro por el delito de encubrimiento propio, todos fueron absueltos por unanimidad de los jueces que integran el Tribunal.
El caso fue revelado por la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y la antigua Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), por el desvió de Q14 millones que habían sido designados a la Municipalidad de Chicamán, Quiché, para realizar varios proyectos de desarrollo. En este caso también fue sindicada la exdiputada Emmilene Mazariegos y el exalcalde Roberto Candelario Gamarro.
Boris Calderón, presidente del Tribunal, indicó durante la audiencia de sentencia que a pesar de que ellos no juzgan la forma de litigio que llevan las partes procesales, llama la atención el trabajo del MP ya que sustentaron el caso en el 99 % de documentos y solo presentaron a un testigo. Además, manifestó que una parte de los documentos que se presentaron durante el debate, no tenían respaldo del análisis hecho por el ente investigador.
Calderón dio el ejemplo de un informe contable que realizó un experto en la materia pero que no llegó ante los jueces a explicar el contenido y el procedimiento que llevo para encontrar las anomalías e inconsistencias.
La Investigación
La investigación revelaba que tanto el diputado Enríquez Garzaro y su familiar Víctor Hugo Enríquez Morales, colaboraron con la exdiputada Emmilene Mazariegos de quien recibieron trasferencias monetarias del 28 de octubre al 8 de noviembre de 2011, con el objetivo de comprar un vehículo Mercedes Benz GLK200, Placas P-389FFD.
Para darle legalidad al dinero se hicieron más de seis trasferencias a la empresa Mis Mantas S.A., de la cual ambos acusados son socios, el monto superaba los Q400 mil. Sin embargo, los jueces del Tribunal determinaron que no había indicios que comprobaran que los acusados sabían que el dinero era de origen ilícito.
