Redacción América, 24 nov (EFE).- Latinoamérica es una de las regiones con más casos por violencia contra las mujeres y niñas, situación que se ve agravada por la persistente desigualdad, la pobreza, el temor a denunciar y la falta de políticas para frenar este flagelo.
Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2022 y en lo que va de este año se ha reportado al menos un feminicidio cada dos horas.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la ONU y organismos defensores de los derechos de las mujeres y las niñas reiteraron sus llamanos a que los Estados aumenten esfuerzos y presupuestos para generar políticas que prevengan estos actos violentos y que haya una respuesta oportuna a las víctimas en materia judicial y sanitaria.
Además, estos factores son en parte una de las principales causas por las que muchas mujeres o niñas no denuncian por temor a ser revictimizadas o por amenazas por parte de los agresores.
Las cifras no ceden
Según datos del Forum Brasileño de Seguridad Pública, los feminicidios aumentaron un 2,6 % en lo que va de año, con 776 casos notificados como muerte por asunto de género, mientras que en el primer semestre del año cada 8 minutos una mujer o una niña fueron violadas.
De todas las violaciones registradas, el 61,4 % de las víctimas tenía entre 0 y 13 años de edad, y 8 de cada 10 eran menores de 18 años. La mayoría de las víctimas (88,7 %) eran mujeres y el 56,8 % eran negras.
Según cifras oficiales, muchos casos no son denunciados por temor a represalias y sólo el 8,5 % de las violaciones son reportadas en la Policía y un 4,2 % a través de sistemas de información en hospitales y centros de salud.
Además, Forum detalló que al menos 1.902 mujeres que fueron asesinadas aparecen registradas como casos de homicidio.
México llega al 25N con 2.594 mujeres asesinadas entre enero y septiembre de 2023, lo que supone una media de 9,5 al día, y un grado notable de desconfianza en la justicia.
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública de 2023, tres de cada 10 mujeres víctimas de un delito no denuncia porque sería «una pérdida de tiempo».
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en marzo que desde su llegada en 2018 los feminicidios se habían reducido, pero la representante de ONU Mujeres en México, Belén Sanz Luque, dijo a EFE que en los últimos seis años no ha habido «una disminución sustantiva» en la violencia machista en el país.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares de 2021 constató que el 70,1 % de las mujeres mexicanas de 15 años o más han vivido al menos una situación de violencia, dato que se ha mantenido generalmente a lo largo de los años.
En lo que va de este año en Bolivia se han registrado 74 feminicidios, 27.130 casos por violencia intrafamiliar, 2.140 por violación, 2.105 por violencia contra la niñez y 2.954 por abuso sexual.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) determinó este año que el Estado de Bolivia era responsable de la violación de los derechos a la integridad personal, las garantías judiciales y la revictimización en contra de Brisa de Angulo, quien sufrió una violación por parte de un familiar hace 21 años.
En Panamá en los primeros 10 meses de este 2023 se han registrado 12 feminicidios y las muertes violentas de mujeres aumentaron a 23.
Expertas consultadas por EFE denunciaron la «naturalización» de la violencia hacia la mujer y que esta se ejerce cada vez con más saña como el caso de una madre quemada viva frente a sus hijas por su expareja y o el de otra asesinada de 40 puñaladas en el pecho.
Las activistas están impulsado un debate nacional sobre la tipificación del feminicidio.
En Venezuela, según cifras no oficiales, han bajado los feminicidios respecto a 2022, cuando cerró con 236 mujeres asesinadas a manos de hombres que formaban parte de sus círculos más cercanos.
La ONG Utopix contabilizó 154 víctimas mortales entre enero y septiembre de 2023, mientras que la Fiscalía registró entre 2018 y julio de 2023, 1.264 feminicidios, de los cuales 636 fueron en grado de frustración.
Linda Loaiza, quien fue secuestrada, torturada, mutilada y violada en 2001, denunció este mes que el país no ha tomado ninguna acción en su caso tras cumplirse cuatro años de la sentencia de la CorteIDH que condenó al Estado por los «hechos de tortura y violencia sexual sufridos» por ella.
La directora de la ONG Tinta Violeta, Daniela Inojosa, habló a EFE sobre el crecimiento de la «violencia patrimonial», ejercida por hombres que, al romper la relación con las mujeres, «arremeten con los bienes que consiguieron con su trabajo pero que son parte de la unión».
Perú acumula 145 feminicidios en lo que va de año, frente a los 147 reportados en 2022.
En cuanto a los casos de abusos sexuales, el que más ha impactado este año al país fue el de Mila, una niña de 11 años, que fue violada por su padrastro desde que tenía 8 y la dejó embarazada. Inicialmente a la menor le negaron el aborto terapéutico, el único que es legal en el país, y finalmente tuvo acceso a ese derecho.
Este caso alertó a organizaciones internacionales y no ha sido el único de violaciones a niñas que acaban en embarazos y a las que el Estado pone impedimentos en el acceso al aborto.
En Argentina las víctimas por violencia de género se incrementaron y en octubre se contabilizaron 250 feminicidios, tres trans/travesticidios y 22 feminicidios vinculados de varones, según el Observatorio de Femicidios «Adriana Marisel Zambrano».
La ONU y la Unión Europea (UE) financiarán un proyecto para la prevención y eliminación de la violencia de género y generaciones en Uruguay.
El Instituto Nacional de las Mujeres (InMujeres) de Uruguay informó este viernes que de enero a septiembre recibió más de 17.800 consultas por violencia de género.