HAY MUCHOS DESESPERADOS

Oscar Augusto Rivas Sánchez

Al observar el ambiente político que estamos viviendo, encontramos una serie de actitudes y conductas que dejan mucho que desear y que solo testimonial la ambición de muchos, que ya se sueñan millonarios.  Vea usted como los presuntos candidatos, más derechistas del país, andan echándole hurras al presidente Buquele, del que seguramente son totalmente opositores, por el que, si pudieran nunca votarían, pero como hay que aprovechar la ocasión, ahora ofrecen emularlo con el tema de las maras.

La elección del nuevo Contralor General de Cuentas, también ha sido escenario de actitudes impropias de algunos profesionales, que solo se entienden como la preocupación por cumplir “las instrucciones” que les han dado, para que fulano o zutano sea el electo y cumpla con “depurar” al sabor y antojo del pacto de corruptos, a los posibles candidatos que no sean de la foto.

Hay quien ha ofrecido que si se le elije, la electricidad será completamente gratuita para todos, creo que por diez años, igual que aquel que ofreció llevar a la selección de futbol al mundial.

En estos días ya se habla de elegir las nuevas cortes, después de mas de tres años de la fecha en que debió hacerse, pareciera que ahora si hay tiempo y se puede; es natural, para la campaña electoral pesará mucho la no-elección y de ganancia, puede ser una vía para obtener otros cinco años de impunidad.

El antes ejemplar Tribunal Supremo Electoral, ya inicio la depuración de los de posibles candidatos, como que la orden es que solo se deje participar a quienes estén en el carro oficial.

Ni que hablar del proyecto de presupuesto, un bolsón de dinero para que los corruptos lo manejen a su sabor y antojo, mas ahora que tendrán que enfrentar los gastos de la campaña.

 A los supuestos expatrulleros civiles (algunos de los reclamantes ni habían nacido en aquella época), que jamás he creído que sean espontáneos, sino que son manejados como instrumentos para hacer presión política, se les otorga un subsidio, sin que exista un listado oficial y el debido acreditamiento de su participación en el conflicto, que permita hacer clara, vidente y cierta su entrega.

No puede caber duda de que hay desesperación pero no “por servir al país”, sino por “hacer agosto durante cuatro años”

Esto no es justo para el país. Tenemos gente buena y honrada, hay muchos los guatemaltecos que mantienen el respeto por los valores y que tienen suficiente capacidad para desempeñar cargos públicos; pero la verdad, en el actual estado de cosas casi resulta imposible, comenzando porque es muy difícil que una persona digna quiera exponerse ante tanta pudrición.

Por eso, si lo que se quiere es continuar con lo mismo: corrupción, impunidad, despilfarro y abuso de la cosa pública, es fácil, no hagamos nada, incluyendo el no reclamar durante los próximos años; pero si realmente es nuestro deseo que la situación mejore y Guatemala progrese, estamos a tiempo de meditar a conciencia nuestro voto, de averiguar cual ha sido el pasado y las ejecutorias de los que sean candidatos y de exigir un proceso electoral limpio y confiable.