«Porque con ingenio harás la guerra, y en la multitud de consejeros está la victoria», Prov. 24:6 RVR1960.
Hoy más que nunca es el momento de unirnos a las manifestaciones pacíficas convocadas y representadas por las autoridades ancestrales de los 48 cantones de Totonicapán, Sololá y Quiché, entre otros, quienes han dado el ejemplo de resistencia y dignidad en la búsqueda del bien común, al solicitar la renuncia de la Fiscal General, Consuelo Porras, del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) Rafael Curruchiche, la Fiscal de Sección, Cinthia Monterroso y el Juez Noveno, Fredy Orellana, por su obsesión por destruir nuestra democracia.
No podemos quedarnos pasivos ante lo que está sucediendo en Guatemala, es el nuevo despertar del pueblo encabezado por los hermanos líderes de varios pueblos Mayas y debemos acuerpar las protestas hasta que renuncien los golpistas.
Hacemos extensivo nuestro apoyo a esta lucha que es del pueblo y para el pueblo. Nos declaramos en contra de esa narrativa del Ministerio Público que señala que lo que se busca es que se deje de investigar al Partido Semilla, porque no se trata de un Partido y muchos menos de quienes fueron electos, sino se trata de defender nuestro voto, nuestra dignidad como pueblo y por supuesto en defensa de nuestra democracia.
Asimismo, rechazamos la forma en como el Gobierno de Alejandro Giammattei está tratando a los manifestantes y la forma cobarde de utilizar a grupos de choque que lo que buscan es únicamente violentar el derecho de petición que tenemos los guatemaltecos. No caigamos en provocaciones que nos enfrenten como hermanos y que esto no sea causa de derramamiento de sangre.
Desde esta tribuna hacemos un llamado a toda la población a ser empáticos con estas causas que no solo son de los 48 cantones de Totonicapán, son peticiones del pueblo entero que ha visto como las autoridades del MP le han dado la espalda a la ciudadanía con tal de mantener un clima de impunidad y corrupción en el país.
También es oportuno llamar la atención de los Magistrados de la Corte de Constitucionalidad, para que tomen su papel histórico y dejen de lado esa pasividad que ha caracterizado a esta magistratura. Es de suma urgencia que resuelvan sobre la competencia del Juez Orellana para restablecer todo este rompimiento, que de sobra se sabe no cuenta con la competencia constitucional para cancelar la personalidad jurídica de ningún Partido Político.
¡Vamos pueblo, ánimo y no desmayemos, hasta que renuncien los golpistas!