GENESIS DE LAS COMISIONES DE POSTULACION

Oscar Augusto Rivas Sánchez

El tema de estos días, es “el asedio de las redes criminales a las comisiones de postulación” y por eso resulta oportuno ir a los orígenes de estas.

Los guatemaltecos podíamos ver -especialmente los estudiantes y catedráticos de nuestra querida Escuela de Derecho, cuando frente de lo que hoy es el MUSAC, pero que en ese entonces era nuestra casa-, a los aspirantes a magistrados haciendo antesala en la puerta del Congreso, a la espera de un diputado que los propusiera para un puesto en el Organismo Judicial. Había que ser partidario, amigo o amigote de diputados, para tener mejores posibilidades de ser electo. En el Congreso se elegia a los magistrados y, o hubo un buen conecte o no hubo nombramiento. Fuimos testigos de esas romerías y para quien tenga dudas, recuerdo la expresión de aquel que declaro: “agradezco a mi amigo el Presidente Lucas García, el nombramiento que me ha hecho”. Legalmente había independencia de poderes, pero: el Presidente de la República designó por medio del Congreso, al Presidente de otro organismo, quien no tuvo la discreción de guardar el secreto. Legalidad como la que actualmente es muy defendida en algunos sectores.

Esto tenía que terminar y entonces se aprovechó la Constitución del 85 para mejorar el sistema, hacerlo mas pulcro, claro y decente. Esta es la fuente real de las comisiones de postulación, que no surgieron por casualidad, sino por necesidad.

Se integró un grupo formado por un representante de los rectores, los decanos, representantes del Colegio de Abogados y de los jueces en ejercicio, para que al igual que Diógenes, fueran a BUSCAR a los mejores, a los mas reconocidos por su capacitad y competencia, con hojas de vida limpias y conductas éticas reconocidas. Esa era la tarea de las comisiones, la forma de llevar al Congreso nominas en las que cualquiera pudiera ser designado; ya no sería la discreción de los diputados o sus intereses, la que escogería a los jueces.

En algunos casos hubo que convencer al propuesto para que estuviera en la lista y la verdad, salvo el caso de “los depurables”, Guatemala tuvo tribunales decentes. Solo como ejemplo, al entregar sus cargos los magistrados de la primera Corte Suprema así designada, NO DEJARON NINGUN ASUNTO PENDIENTE. Parece un sueño, pero fue realidad.

Luego ¿qué sucedió? Lo primero fue que para muchos la justicia dejo de ser un acto servicio al país y la realización de altos valores, para convertirse en un simple trabajo, en “un chance” cuya principal importancia es el pago al fin de mes, la posibilidad de portar arma y el derecho a inmunidad. Otros buscaron la forma de participar en la fiesta, así recuerdo que hubo una facultad de derecho que solo tenia decano, ni alumnos ni catedráticos pero eso era suficiente para integrar las comisiones. Se alivianaron los estudios de derecho, en algunos casos hubo un apartamiento de lo que es y representa la academia, para convertirse en un mercado de títulos, desde licenciaturas hasta lo que a usted se le pueda ocurrir, negocio es negocio y con el agregado de ser “votos”. A esto se sumó el interés de poder cometer cualquier tropelía, si se tenia la oportunidad de ser juzgado por alguien que llegó al cargo, por medio de un delincuente que le dio viajes, premios y financio la campaña electoral; y entonces se desbordó la situación. O simplemente no hay nada que investigar, o hay falta de mérito o hay una pena irrisoria, una multa ridícula y cosas por el estilo, pero al amigo o patrocinador no se le puede condenar. Y que viva la fiesta, adelante con la corrupción.

De nuevo: ES MUCHO LO QUE HAY QUE COMPONER EN NUESTRA GUATEMALA, LUEGO DEL DESASTRE DE LOS ULTIMOS GOBIERNOS…!!!!!!