El exjefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Francisco Dall’Anese, se pronunció por el caso Fedecocagua al que fue vinculado por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) de Rafael Curruchiche.
“Para quienes no lo saben la CICIG llegó a ese país, no porque Guatemala fuera un Estado ejemplar. No porque su justicia fuera la luz del mundo, todo lo contrario. La CICIG llegó a Guatemala porque había que fortalecer la institucionalidad, había que perseguir a los funcionarios del Estado cleptócrata. Un Estado de la corrupción, por la corrupción, y para la corrupción. Un Estado que impide que las mayorías puedan progresar humana y socialmente, porque no tienen justicia. La labor de la CICIG era desarticular el crimen organizado y perseguir la corrupción”, manifestó Dall’Anese.
Agregó, que todos los funcionarios de la CICIG de 23 países, fiscales, policías y analistas quedaron protegidos por la inmunidad durante su mandato y con posterioridad a este. “En caso de los Comisionados el único que puede levantar esa inmunidad para que se nos procese es el Secretario General de las Naciones Unidas, lo que no respetó el Fiscal Curruchiche, que es un instrumento de ese estado cleptocrático e inició una causación contra el Comisionado Velásquez, el lunes anterior anunció con bombos y platillos que había una causa en mi contra”, dijo el exjefe de la CICIG.
Además, indicó que desde hace tiene ha observado lo que ha pasado en Guatemala con la CICIG, “he observado como la lucha por desplazar a la CICIG, llegó al colmo de violar el acuerdo entre Guatemala y Naciones Unidas, expulsaron a la CICIG en 2019 sin dejar que terminara su misión en el plazo establecido en el convenio, a partir de ese momento se empezó a perseguir a los exfuncionarios de la CICIG. Hay 35 guatemaltecos aproximadamente, fiscales y jueces a quienes no les perdonan las estructuras del crimen organizado que tienen cautivo a Guatemala el haber perseguido el crimen y la corrupción que impiden el desarrollo de ese hermoso país”, indicó el excomisionado.
Asimismo, dijo que se inició una persecución en contra de los abogados que trabajaron para la CICIG hoy en el exilio o refugiados, desplazados de su patria por ese Estado cleptócrata que no les perdona el haber perseguido a las estructuras criminales y a los poderosos que dominan Guatemala.
“En mi caso se me imputa haber emitido una supuesta carta, donde supuestamente certifiqué que una entidad de cafetaleros de Guatemala no lavaba dinero. Pero examinado el texto que exhibe el Fiscal Curruchiche, el instrumento del Estado corrupto y cleptócrata de Guatemala, resulta que lo que se hace en ese documento que no es una certificación, si fuera cierto, es que yo habría transmitido a la federación de cafetaleros información que el Ministerio Público le habría dado a la CICIG, y donde decían que después de haber revisado los movimientos bancarios y todo lo que ahí dice en esa carta, el Ministerio Público le comunicaba a la CICIG que no encontró indicio alguno de lavado de dinero, eso lo dijo el MP en el 2009 un año antes que yo llegará a Guatemala y yo habría escrito esa nota si es que fuera cierta en el año 2012”, manifestó Dall’Anese.
Según el excomisionado, en el 2009 habían cerrado el caso según dice la nota que presentó el Fiscal Curruchiche, “en el 2012 yo lo que hago es contestar, si fuera cierto, una gestión de la federación de cafetaleros Fedecocagua en la que transmito lo que el MP le dijo a la CICIG, en ese momento hay un caso cerrado y no hay caso pendiente, ahora Curruchiche en un caso iniciado en el 2020 por el excelente y compatriota Fiscal guatemalteco Juan Francisco Sandoval, desplazado y perseguido ilegalmente, ese caso lo inició Sandoval y ahora Curruchiche mete a ese caso una nota del 2012 no sé para quién porque la nota no tiene destinatario, ni persona jurídica ni persona física y me indilga estar implicado en un encubrimiento de lavado de dinero, lo cual es totalmente falso”, dijo.
Dall’Anese señaló que, “esta es una más de las maniobras contra todos los que nos atrevimos a tocar a los poderosos, corruptos y criminales de Guatemala, para los cuales Curruchiche no es más un triste instrumento y así quedará escrito en la historia de Guatemala de lo cual nos encargaremos los que somos perseguidos hoy”.
