¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. Mateo 23:27-28.
El pasado 10 de mayo, Guatemala votó a favor del Proyecto de Resolución titulado «Admisión de nuevos miembros en las Naciones Unidas», el cual fue adoptado durante el 10° Período Extraordinario de Sesiones de Emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas, uniéndose al consenso internacional, con 143 votos a favor, 9 votos en contra y 25 abstenciones.
Una resolución que no le otorgó a Palestina la condición de Miembro en las Naciones Unidas. «Más bien, le concedió ciertos derechos para garantizar su participación efectiva en los foros de las Naciones Unidas, incluyendo el derecho a ocupar un asiento entre los Estados Miembros y realizar propuestas, pero retuvo su condición de Observador, sin derecho a voto».
Lo anterior hizo que varios «fariseos hipócritas» en Guatemala salieran en defensa de Israel y declarar al Gobierno de Arévalo enemigo del pueblo de Israel, algo que carece de todo sentido. Salen en defensa del «pueblo de Dios», siendo corruptos y sepulcros blanqueados llenos inmundicia.
Es increíble que entre los defensores de Israel hayan salido el expresidente Jimmy Morales y la excanciller Sandra Jovel, que a su conveniencia y para congraciarse con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidieron cambiar la embajada de Guatemala de Tel Aviv a Jerusalén, con tal de que los voltearan a ver y con ello ganarse el beneplácito de la administración Trump, con un solo objetivo: que se dejara de apoyar a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que les pisaba los talones, por corruptos y ladrones.
Luego un grupo de pastores corruptos de la Alianza Evangélica, que no necesariamente representan al pueblo cristiano evangélico de Guatemala, sale a condenar al Gobierno por el voto en la ONU a favor de Palestina, ¡hipócritas!, si han sido testigos del robo y saqueo de los recursos de los guatemaltecos por parte de los personajes que han apoyado, y ahí no han dicho ni pío. Han sido incapaces de condenar enérgicamente a los corruptos, porque son de la misma camarilla, «A Jesús le da asco el pastor que se hace rico con la fe», Ricardo Arjona.
Y por ahí salieron los políticos aprovechados, esos que desde ya andan buscando los votos de los ingenuos guatemaltecos como el señor Carlos Pineda, que de política exterior sabe menos que nada, pero ahí quiere meter sus narices. Por otro lado grupos procorrupción e impunidad amenazando y haciendo alarde de sus tácticas intimidatorias para doblegar a todo aquel que no piense como ellos, ¡hipócritas!
Hasta el propio Jesús se lamentó de que el «pueblo de Dios» no creyera en el Mesías. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor. Mateo 23: 37-39. ¡Generación de víboras!
Estamos conscientes de que en Medio Oriente se vive una guerra de muy larga data y que los crímenes atroces contra la población civil son imperdonables. Y que serán esos dos pueblos, tanto Israel como Palestina, quienes resolverán sus diferencias, entre tanto nuestros pueblos como hermanos, buscaremos una salida pacífica reconociendo a todas las naciones en su determinación.