EL LARGO CAMINO DE LA TRANSICIÓN

Luis Fernando Mack

La transición democrática hacia el 14 de enero del 2024 se está haciendo larga, intensa y cansada, debido a los reiterados intentos de asustar, debilitar y confundir a la población que apoya a la democracia. En ese sentido, en vez de provocar una sola y unica amenaza, se han dedicado a multiplicar los posibles escenarios de choque, lanzando todo tipo de rumores que la mayor parte de ellos han quedado en solo eso,.amenazas sin cumplir. Lo genial del esquema golpista es que esa táctica de amenazar les ha funcionado a la perfección: en medio de la andanada de rumores, difícilmente se sabe cuál es cierta y cual falsa, pero logra su objetivo de amedrentar, incomodar y desgastar. 

En medio de la parafernalia por el golpe, los defensores del sistema democrático se estan quedando sin aliento y sin ideas: está claro que el plantón permanente no los intimida, y solo desgasta la posibilidad de reaccionar ante una amenaza mayor. El equipo del nuevo gobierno también se ve incapaz de articular una estrategia diferente a la de denunciar reiteradamente lo que ya se ve de forma evidente: las maliciosas intenciones de los operadores del sistema corrupo, que siguen articulados para evitar un cambio que parecía inminente. Tienen a su favor décadas de abandono ciudadano sobre el sistema político, el efecto predecible de la tesis de que la democracia es de fachada, tal como reiteraban los analistas que decían al inicio del año que lo electoral era causa perdida. El abandono ciudadano por influir sobre el sistema mediante la organización partidaria hoy pasa factura: no existen casi ningún aliado dentro del sistema que se articule con la movilizacion ciudadana, por lo que los grupos golpistas disponen de recursos ilimitados y el tiempo necesario para armar su estrategia. 

Ojalá que está coyuntura nos haga aprender algo sobre el.sistema y sus mecanismos de corrupción; haciendo entender que si la fuerza ciudadana que se demostró en los bloqueos y movilizaciones se hubiera canalizado hacia el sistema democrático, hoy tendríamos una mayoría de alcaldes y diputados proclives al cambio, algo que haría el panorama completamente diferente.