EL FINANCIAMIENTO ELECTORAL

Editorial

“El financiamiento ilícito es el pecado original de la democracia guatemalteca, es la puerta de entrada al círculo vicioso de la corrupción, a la sustitución del bien común por intereses particulares, y a la perpetuación de la clase política corrupta en el ejercicio del poder”, señaló en 2017 Iván Velásquez, exjefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

El pasado jueves, en la reunión de Fiscales de los Partidos Políticos y los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se abordó el tema de las cuentas bancarias para “transparentar” los recursos que las Organizaciones Políticas reciben durante el proceso electoral. Los representantes de los Partidos se quejaron del sistema bancario asegurando que no les permite abrir cuentas como Partidos, un tema recurrente desde las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, hecha en el 2016, condiciones en las cuales se desarrolla el proceso en 2023.

La respuesta a las interrogantes de los Partidos por parte de los Magistrados fue que se exigieran cambios a le Ley Electoral en el Congreso de la República en ese sentido, pues poco podrían hacer si la Ley continúa como está, ya que en el evento electoral anterior, los Magistrados hicieron una serie de peticiones al sistema bancario, sin embargo, no se logró que accedieran a abrir las cuentas de los partidos.

En su intervención, la Magistrada Blanca Alfaro dijo que es importante que los Partidos Políticos le exijan a sus representantes en el Congreso hacer una reforma inmediata a la Ley Electoral y arreglar esos pormenores, porque los diputados al Congreso de la República al no haber hecho los cambios propuestos y tener nuevas reglas para el evento electoral 2023, “lo que hicieron fue darse un tiro el pie”, dijo la Magistrada.

Alfaro criticó la forma en cómo se hicieron las reformas del 2016 y aseguró que con esas reformas lo que se hizo fue “satanizar” el financiamiento electoral. “Hemos satanizado tanto a las Organizaciones Políticas y el proceso electoral que en nada nos está ayudado para fortalecer la democracia, para transparentarla y dignificarla, porque puede tener muchos problemas pero sigue siendo el mejor sistema”, dijo.

Pero a la Magistrada pareciera que se le olvidan los casos del financiamiento electoral ilícito de la mayoría de Partidos Políticos que han participado en los procesos electorales guatemaltecos, como la corrupción ha corroído a esas Organizaciones y han hecho de los recursos del Estado una piñata. Pareciera que se le olvidó a la Magistrada que eso no es “satanizar” las finanzas de los partidos, porque si se buscara la tan cacareada transparencia, no existirán financistas que lo único que buscan es que se les retribuya la “ayuda” que les dan a los Partidos cuando están en el Gobierno.

Ejemplos sobran sobra el financiamiento electoral e insistimos, no es “satanizar” sino más bien saber quiénes son los que entregan aportes a los Partidos para que estos después no se sientan comprometidos a regresar los recursos de todos los guatemaltecos a través de contratos millonarios dados a dedo por haber sido financista del Partido que ganó las elecciones.

En cada período electoral se ha observado en las estrategias de campaña de las agrupaciones políticas la manera en que se transforman y absorben sumas millonarias de dinero en las mismas. “Cada 4 años se presencian campañas políticas cada vez más costosas y diversificadas, pero vacías de contenido”, dijo el excomisionado Iván Velásquez en el foro “financiamiento privado de la política en Guatemala y sus efectos en la democracia”, en octubre de 2017, palabras que a la fecha siguen vigentes.