EL ABORTO Y LA DOBLE MORAL

Hace unos días, corrió la indignación entre la crema y nata de la moralidad guatemalteca, la autorización del acuerdo gubernativo que dio vida a la ONG no lucrativa Planned Parenthood Global Guatemala. Esta organización fue autorizada a principios de octubre de este 2020 por el Ministro de Gobernación porque, a su criterio, cumplía con todos los requisitos legales para operar en nuestro país.

Esta organización tiene su sede en EEUU y tiene dentro de sus atribuciones brindar educación sexual, prevenir las enfermedades de transmisión sexual y brindar profilácticos a ciudadanos con el fin que tengan una vida sexual informada, activa, sana y plena. También cuentan con una clínica que se especializa en realizar abortos para aquellas mujeres o parejas que por alguna u otra razón no quieren continuar con el embarazo por razones económicas, violencia intrafamiliar, incluso si el feto puede ser dañino para la madre y puede causarle la muerte, o este tenga problemas congénitos, es decir, razones hay miles y son válidas.

Cuando volteamos a Guatemala, caramba, vaya si no es duro convivir con estos “aleluyos-fariseos-ladrones”. Sobre todo porque desde siempre esta “clase de gentuza” tiene como consigna condicionar o prohibir, en el mejor de los casos, el libre albedrío y los derechos humanos a los guatemaltecos.

Como si fuera poco estos antivalores vienen de un puñado de gente que a nuestras espaldas asaltan los recursos de la nación para vivir plenos, fornicar a ton y a son, matar niños y crear más pobreza, miseria y desigualdad.

Eran risibles las razones del malogrado presidente Giammattei quien decía que derogaba el acuerdo de permiso de la ONG porque es un fiel defensor de la vida y que ello va en contra de “los valores con los que fui criado y que riñe con mis principios que tengo como médico”.

Vamos por partes. Planned Parenthood no se va a establecer en Guatemala a practicar abortos cuando sabe que es prohibido. Esta ONG venía con la intención de brindar educación sexual con el fin de prevenir la violencia sexual, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual así como crear vínculos con líderes de comunidades y comadronas, para capacitar a jóvenes y dar consejerías sobre el tema.

Por otro lado, el mesiánico Giammattei se pasó llevó entre las patas varias leyes que garantizan un proceso que da certeza legal a la creación de personalidades jurídicas. No se puede por berrinche publicar un acuerdo anulando todo el proceso judicial; esto es abuso de poder. Principios como médico, JA, estudió la carrera, se graduó pero nunca ha ejercido, es más creo que nunca ha recetado una aspirina. Después, “Con los valores con los que fui criado”, ¿Cuáles valores?, Algo así como la honestidad, dice usted. Y, ¿Dónde está el dinero?

Para enmendar la situación, en un acto de “cuestionada honorabilidad”, el ministro de gobernación Oliverio García Rodas renuncia de su puesto por aprobar el decreto que autorizaba las operaciones de Planned Parenthood. Después el Procurado General de la Nación José Luis Donado, un “abogaducho” puesto por Jimmy Morales para ayudarlo a sacar a la CICIG, explica que la ONG cumplió con todos los requisitos para funcionar en el país. Entonces ¿en qué quedamos?

Informes del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social dan cuenta que de enero a septiembre del 2020 se han registrado 79,668 embarazos a niñas y jovencitas entre 10 y 19 años. Estas niñas ya tienen sus vidas arruinadas por estos machos de rancho que, por falta de ácido fólico, creen que pueden violar niñas porque la ley no los alcanza. Lo peor es que tienen razón y lo hacen con total impunidad.

En otras latitudes la mayoría de edad para ambos sexos es de 18 años, incluso los hay hasta 21 pero en Guatemala las niñas pueden casarse desde los 15 años aunque no pueden sacar su DPI hasta los 18. Esta perversidad amparada por la doble moral guatemalteca y la clase política se niega aún a reconocer los derechos de la niñez y adolescencia. ¿Estado violador?, pero por supuesto y ellos son los proxenetas.

La gente PROVIDA está en contra del aborto por la razón: “es un inocente indefenso” y porque una constitución caduca, como la nuestra, protege la vida desde su concepción. Solo les importa el feto, nada más. Que quede vivo y ellos a su casa.

Esta necedad y capricho de condenar el libre albedrío de las personas a golpe de constitución y biblia, concuerda con conductas poco empáticas, antisociales y psicópatas. No se conmueven que niños estén criando niños.

En todo el mundo el aborto se practica, legal o ilegal, incluso en Guatemala. Lo único que se pide es que aquellas mujeres que lo soliciten tengan un ambiente seguro y gratuito para que puedan realizárselo y continuar con su vida.

Pero no, ellos prefieren la violación de miles de niñas, sin importarles que habiten en un ambiente de violencia y abuso mientras justifican todo ese acto abominable como “la voluntad de Dios”. Todo esto con tal de dormir tranquilos a costa del insomnio de una niña de 12 años con un bebé en brazos. No pues, felices sueños.