VIOLENCIA IMPARABLE

Editorial

Desde las primeras horas del 2023 los hechos violentos en Guatemala no han parado, el 1 de enero ya se registraba la muerte violenta de una niña de 7 años, en Ciudad Peronia, Villa Nueva, presuntamente por tres hombres que ya se encuentran en prisión, sin embargo, se desconoce por qué la mataron y quiénes más son los responsables de este deleznable asesinato puesto que hasta el momento no se sabe la verdad.

En todos los lugares se producen ataques armados en contra de personas indistintamente de sus edades, género o condiciones económicas, la violencia ha causado la muerte de miles de guatemaltecos y las autoridades han sido incapaces de darle seguridad a la ciudadanía. Cada vez se va acrecentando y aceptando la violencia en cualquier entorno, normalizando esa forma de vivir.

Esa normalización de la violencia también está provocando la deshumanización de las personas, entre ellos los niños que ven a alguien que fue atacado tirado en la calle ensangrentado, y para ellos es una escena normal de lo que ocurre en el país.

A eso se suma el robo a viviendas y vehículos, entre otros delitos, han acumulado una serie de denuncias en el Ministerio Público (MP) que pareciera se han quedado en meras denuncias sin que exista una verdadera investigación de esos hechos y se castigue a los responsables con condenas ejemplares para persuadir a la delincuencia.

Las víctimas de estos hechos violentos exigen justicia a las autoridades, pero la población en general exige seguridad y que la Policía Nacional Civil pueda garantizarles seguridad, que sean emprendidas acciones preventivas y no reactivas, que busquen como disminuir los robos, los asaltos, las violaciones, los asesinatos, los homicidios, los femicidios, y todos los delitos que están afectado al pueblo.

Es una época electoral y quizá esta situación empeorará, pues muchos candidatos buscarán jalar agua para sus molinos ofreciendo acabar con esta situación que ya lleva varios años sin ser atendida integralmente para el beneficio de la población en general.

Esta violencia imparable que tiene a muchos guatemaltecos de rodillas por las extorsiones, será sin duda un debate que los próximos candidatos a elección popular deberán tratar, pero no con demagogia ni con acciones que no se pueden hacer en Guatemala como ofrecer la activación de la pena de muerte. Esas ofertas solo son mentiras y desconocimiento de lo que ya ampliamente se ha explicado es imposible volver a aplicar en nuestro país.

Más bien hay que exigirle a esos candidatos acciones claras como reformas al sistema de justicia, que garanticen condenas ejemplares y con eso el fortalecimiento de las institucionalidad del Sistema de Justicia, pero tampoco que sea a costo de garantizar impunidad a unos cuantos, sino más bien una reforma integral que verdaderamente sirva para reducir los niveles de violencia en Guatemala.

Las autoridades no se pueden quedar conos brazos cruzados ante el nivel de inseguridad que están viviendo las y los guatemaltecos, es momento de tomar cartas en el asunto y dejar de vivir a la merced de la delincuencia. Basta de violencia, exigimos la seguridad que nos merecemos y exigimos al Ministerio de Gobernación una pronta solución a la violencia desenfrenada que hoy estamos viviendo.