REQUISITOS PARA SER PRESIDENTE

Gabriel Orellana

Nuestro proceso electoral comenzará con la fase de inscripción de candidatos, que tendrá verificativo entre el 21 de enero y culminará el 26 de marzo del 2023. Del 27 de marzo al 23 de junio será la fase conocida como Campaña Electoral; y, finalmente, en la jornada del veinticinco de junio del año 2023, a partir de las siete hasta las dieciocho horas, se realizarán las Elecciones Generales.

Por el motivo señalado –y asumiendo que las elecciones serán limpias— me parece oportuno comentar algunas de las reflexiones vertidas por el columnista venezolano Gustavo Coronel (Requisitos para ser presidente de Venezuela. El Nacional. diciembre 30, 2022) toda vez que, en mi opinión, proveen buenos elementos la adecuada comprensión e interpretación del artículo 113 de la Constitución Política de la República de Guatemala («Los guatemaltecos tienen derecho a optar a empleos o cargos públicos y para su otorgamiento no se atenderá más que a razones fundadas en méritos de capacidad, idoneidad y honradez.»).

Y es que, como apunta el columnista venezolano, es premisa fundamental aceptar «que ser presidente de un país, por más pequeño que sea, no es tarea para cualquier pelagatos. Ni siquiera para cualquier incompetente, o para cualquier advenedizo, o para cualquiera persona que se crea con suficiente capacidad para desempeñar ese papel de conductor de un país destruido, a fin de llevarlo a ser de nuevo un país normal, donde se pueda vivir con dignidad.» Como consecuencia de lo anterior deduce que: «Al ver el cuadro de precandidatos lo primero que debemos preguntarnos es cuántos de ellos y ellas, poseen las credenciales ciudadanas, intelectuales y morales para poder desempeñar la tarea presidencial con algunas posibilidades de éxito.»

Ahora bien: ¿Cuáles Son las cualidades básicas, indispensables para que una persona pueda aspirar a ser precandidato presidencial? Su respuesta la fundamenta en cuatro cualidades básicas que deben ofrecer los candidatos, a saber:

(i) Honestidad. «Debe ser honesto, es decir, sincero y coherente entre lo que dice y lo que hace, no me refiero tanto a si ha robado o no, aunque esto último sería por supuesto inaceptable.»
(ii) Competencia. «Debe ser competente, es decir, eficiente en su labor, conocedor de los asuntos del Estado, con una amplia visión de helicóptero de nuestros problemas.»
(iii) Idoneidad. «Debe ser inspirador, es decir, tener la capacidad de inspirar a la acción colectiva, a fin de poner a todos los [ciudadanos] a trabajar juntos en la solución de nuestros grandes problemas» y, además, «Debe ser integrador, es decir, tener la habilidad para formar equipos, para mantener a todos remando en la misma dirección, evitando las rencillas y el egoísmo interno.»

Poco tiempo nos falta para conocer la lista de candidatos y –morboso que soy— identificar los pelagatos ambicionan llegar a la Presidencia de la República.