Qué implica la entrega de Alejandro Sinibaldi? Nuevos remezones en el marco de la lucha contra la impunidad? Ser la pieza que faltaba en varios rompecabezas que se han armado desde 2015-16? Esas son algunas de las preguntas que en los siguientes meses se aclararán.
Sinibaldi formó parte del triángulo central alrededor del cual giraron los anómalos manejos de recursos públicos durante el gobierno del PP, pero a diferencia de Pérez y Baldetti, no solo desarrolló núcleos para hacer negocios y enriquecerse de manera exorbitante, sino además, creó alianzas para que esa lógica de expoliación tuviera continuidad. Conformó una partido (Movimiento Reformador), contribuyó, junto a M. Baldizón, a la elección de magistrados convenientes en la Corte Suprema de Justicia (actual cohorte), se alió para que el partido LIDER fuera el encargado de mantener la misma secuencia e incluso, apoyó a J. Morales cuando este se erigió en la opción para el reacomodo de las estructuras de impunidad que buscaban la recomposición del régimen trastocado por la CICIG.
El personaje que estuvo cuatro años fuera del lente de la justicia, retorna precisamente cuando las aguas están bajas en el sistema judicial. Cuando se consolida el modelo de la justicia solapada, subordinada y acomodada al mejor postor. Esos son vientos favorables a él y a quienes han sido o serán señalados en los capítulos que se develarán en los meses por venir. El nivel de profundidad, precisión y alcance de lo que Sinibaldi sepa, depende de las capacidades del examinador (FECI) y del juzgador. Pero para ello, AS también cuenta con varios ases en la mano. Conoce, como ninguno, el manejo de las manijas que llevaron a construir los cinco casos (al menos) donde está implicado; pero bien pudo ser el principal generador o creador de las incontables tramas. De allí, que sea la pieza que faltaba para completar varios tableros inconclusos.
Parece claro que uno de sus primeros propósitos es minimizar o quitarse de encima el signo de extorsionista y manipulador, de lo cual lo sindicaron los empresarios implicados en los casos «Construcción y Corrupción» y «Odebrecht». Tal parece que los regalos que se intercambiaron, contenían un veneno que ahora comenzará a hacer efecto. Si esto será así, es previsible que estamos ante una bomba de tiempo de provocará estallidos masivos. Lamentablemente, el conjunto de factores sistémicos no da para que el cisma sea mayor y realmente contribuya a generar vientos favorables y sostenibles.
Renzo Lautaro Rosal
