El proceso de elección de Corte Suprema de Justicia y Cortes de Apelaciones entra en su recta final, por lo que ahora más que nunca, hay que vigilar el proceso.
El trabajo de las comisiones de postulación ha entrado en esta semana en su recta final, ya que en los próximos días, se producirá concretamente la selección de los candidatos que han pasado por las diversas fases del proceso, por lo que estamos a solo unas pocas semanas de conocer el resultado de este importante proceso político.
Los indicios que hemos tenido hasta el momento, es ambivalente: por momentos, prevaleció la impresión de que la correlación de fuerzas se inclinaba hacia los defensores del sistema, especialmente en las primeras semanas, cuando usando diversas estrategias, fueron retrasando el inicio del trabajo deliberativo.
Afortunadamente, estas estrategias con fines de retardar el proceso finalmente fueron superadas, por lo que tuvimos en las primeras semanas de deliberación, un intensa actividad que desarrolló diversas tareas: recepción de solicitudes, decisión sobre las razones para eliminar perfiles que no llenaban los requisitos de forma y fondo mínimos requeridos, así como la decisión sobre diversos aspectos, incluyendo la tabla de gradación que se usaría para calificar expedientes, así como los procedimientos para recibir y calificar tachas a los diversos aspirantes.
La mala noticia es que sobrevivieron a este proceso de selección y calificación de expedientes, algunos perfiles nefastos que se sabe desde ya, representan claramente los intereses del pacto de corruptos; nos referimos a los actuales fiscales Rafael Curruchiché y Cinthia Monterroso, a quienes los comisionados rechazaron las tachas por mayoría; en parte, porque uno de los requisitos que fueron exigidos para aceptar tachas, es que tuvieran una sentencia firme y ejecutoriada: si el sistema judicial fuera justo, independiente y expedito en resolver acusaciones y procesar la impunidad, este requisito no fuera cuestionado, pero sabiendo la falta de independencia judicial y conociendo la marcada impunidad que prevalece en Guatemala, es indudable que este requisito fue pensado para proteger los perfiles como las de Curruchiché y Monterroso, lo cual deja un mal sabor de boca.
Al respecto, es interesante conocer la opinión del panel de expertos internacionales, el llamado Panel de Expertos Independientes (PEI – GT), que han señalado como el hecho de que dos fiscales conocidos del MP que han mantenido un ambiente de criminalización y persecución en Guatemala, enturbian el proceso, por lo que se esperaría que aunque no fueron aceptadas las tachas a estas personas, al menos no sean seleccionados para conformar la lista de posibles candidatos a ser elegidos. Al respecto, uno de los expertos internacionales, señaló: “Debe de haber rechazo a candidatos con vínculos claros al Ejecutivo, fiscalía, o redes político – económicas en el país. En este momento se está jugando la democracia en Guatemala, porque se está jugando la independencia judicial”, señaló Ana Lorena Delgadillo.
La buena noticia es que todavía existe un grupo de comisionados y actores de la sociedad civil que siguen luchando porque las decisiones de las comisiones de postulación, se decanten por los perfiles más idóneos y profesionales, para que finalmente contemos con unas Cortes de Apelaciones y Corte Suprema de Justicia adecuadas para la tarea de recuperar la confianza en el sistema judicial, de manera que empecemos a promover un fortalecimiento e independencia del poder judicial de los intereses políticos dominantes.
El papel de la sociedad civil debe renovarse en los siguientes días y semanas, de manera que permanezcamos atentos y vigilantes para evitar a toda costa que personajes nefastos, finalmente lleguen ser investidos con la posibilidad de ser magistrados de las cortes de justicia.