Hace algunos días el expresidente Jimmy Morales volvió a la palestra política en la Asamblea del Partido Frente de Convergencia Nacional (FCN), lanzando improperios en contra de la exfiscal General, Thelma Aldana y del exjefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, Juan Francisco Sandoval y como era de esperarse, respaldado por los grupos criminales que han cooptado la justicia de Guatemala.
Y es que Morales no solo mantiene un gran resentimiento en contra de Aldana y Sandoval, sino también en contra del exjefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, de quien espera sea juzgado a nivel internacional por delitos de lesa humanidad, algo totalmente fuera de lugar.
Ahora resulta que el peor de los presidentes de la era democrática con excepción de Giammattei, tiene sed de venganza, y sale sin vergüenza de ningún tipo a señalar a quienes le abrieron los ojos a la población guatemalteca y ponerle rostro a la corrupción y la impunidad.
Morales fue el desastre más terrible que le pasó a Guatemala, por lo que hizo con la justicia, que dicho sea de paso la entregó a las manos del crimen organizado al expulsar a la CICIG, y es que como lo hemos dicho con anterioridad, no es que la Comisión fuera la panacea, sino simplemente estábamos viendo a los pícaros dar cuentas de todo lo que se han aprovechado del país.
A ese discurso de la “prófuga y el profuguito” le siguió el mayor de los delincuentes que junto con Morales y Giammattei ha servido de ejemplo para aprovecharse de su puesto y cobrar coimas millonarias a empresarios de la construcción en el Ministerio de Comunicaciones como lo es el exministro José Luis Benito.
El problema de esto es que los funcionarios sinvergüenzas como han sido Morales, Benito, Giammattei y todos esos grupos criminales que se esconden bajo el manto de la impunidad que se ha ido generando, piensan que al pueblo fácilmente se le olvida lo que han hecho, pero se equivocan una vez más “El Pueblo No Olvidará” lo desgraciados que han sido con Guatemala condenándola al hambre y a la pobreza.
El pueblo de Guatemala jamás olvidará a Morales no por sus cualidades, sino por todas las torpezas que hizo durante su mandato, por sus absurdas moralejas contadas por él, y por ser el peor chiste que soportó el pueblo durante cuatro años.
Ahora es preciso notar que el expresidente busca otra vez el voto de la población para seguir obteniendo impunidad con una diputación, ojalá nunca más el pueblo le vuelva a dar un voto a este personaje tan nefasto para la historia reciente de nuestro país.
Guatemala merece renacer, necesita un cambio verdadero, sin políticos reciclados como lo tienen la mayoría de partidos políticos que competirán en las próximas elecciones. Guatemaltecos pensemos y analicemos a quienes le vamos a entregar el poder los próximos cuatro años y no nos arrepintamos como nos pasó al elegir a este remedo de comediante. ¡El Pueblo No Olvidará!
