CORRE Y VA DE NUEVO

Editorial

“Por deseo expreso de la señora Consuelo Porras, la FECI dejó de perseguir la corrupción para pasar a facilitarla. Una orden más de captura en mi contra no me desvela. En cambio, pone en evidencia al sistema judicial que, trabaja para los corruptos” Juan Francisco Sandoval.

La Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) dirigida por Rafael Curruchiche junto a la Fiscal General, Consuelo Porras, han formado una estructura para amedrentar a todos aquellos operadores de justicia que hicieron bien su trabajo y desnudaron la corrupción que impera en Guatemala, hoy perseguidos políticos como el caso del exjefe de la FECI, Juan Francisco Sandoval.

A Sandoval, le han girado tres órdenes de captura, la más reciente relacionada al caso del periodista José Rubén Zamora, supuestamente por haber cometido los delitos de denegación de justicia, tráfico de influencias y obstaculización a la acción penal, un caso armado en 72 horas, con audios de mala calidad grabados por el denunciante.

Indudablemente es una persecución y criminalización a la labor que por años realizó el exjefe de la FECI en el Ministerio Público que dejó un legado que hasta la fecha sigue dando frutos, como lo son las acciones de extinción de dominio en contra del exministro de Energía y Minas, Erick Archila Dehesa, por ejemplo.
Sin embargo, como el propio Sandoval lo describe en el comunicado publicado en respuesta a la nueva orden de captura, lo que se evidencia es la cooptación de la justicia con “un sistema judicial que trabaja para los corruptos”.

Hasta la fecha no vemos tal diligencia por parte de la Fiscal General ni del ahora jefe de la FECI en investigar los actos de corrupción que se han denunciado durante el Gobierno del presidente Alejandro Giammattei, o que se haya investigado a Miguel Martínez que seguramente es el testaferro del Giammattei.

No hemos escuchado de parte de la Fiscalía General los avances de todas aquellas investigaciones de oficio que pretendió realizar, o de la trama rusa, esto simplemente porque es más fácil perseguir y criminalizar a los operadores de justicia exiliados que al régimen de turno que les da de comer.

La corrupción sobresale en otros casos y por ahora no veremos que avancen, eso sí, estaremos viendo más ordenes de captura en contra de quienes han luchado contra la corrupción y la impunidad en nuestro país.
Todo este revanchismo que tienen los corruptos contra quienes le pusieron rostro a la corrupción, tarde o temprano les pasará factura a ellos mismos, pues el poder es efímero y nadie es superior a la ley.

“Mal paga el diablo a quien bien le sirve”