Ayer en conferencia de prensa el Presidente Bernardo Arévalo dijo que su Gobierno no iba ir en contra de la Constitución y las leyes del país, sin embargo, es importante decirle al mandatario que es momento para actuar con contundencia en contra de esa minoría corrupta como él le ha llamado a quienes se encuentran dirigiendo el Ministerio Público (MP).
¡Atrévase Presidente!, con la Constitución en la mano a destituir a la Fiscal General, como lo mandata la Carta Magna, no hay Ley Ordinaria como lo es la Ley Orgánica del Ministerio Público, que sea superior a la Constitución. El artículo 251 le da la facultad para que de una vez por todas ponga fin a este período de oscuridad para la justicia guatemalteca.
El 251 constitucional dice que por causa justificada lo puede hacer, y qué más causa que la criminalización sistemática que ha hecho contra operadores de justicia, magistrados, jueces, fiscales y periodistas que han sido perseguidos por la Fiscal General, Consuelo Porras. Por el ataque constante en contra de la democracia, por violar la secretividad del voto, por ir en contra de la voluntad del pueblo guatemalteco, por no investigar a los actores corruptos, por beneficiar a los acusados por corrupción, por ser cómplice de actores corruptos, esas y tantas razones le dan la facultad para cesarla del cargo inmediatamente.
¡Atrévase Presidente! a cerrar «el oscuro ciclo de Consuelo Porras», no le de más vueltas, es momento actuar, porque diplomáticamente no lo ha logrado hacer. El presentar una iniciativa que que modifique el artículo 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y presentar procesos de antejuicio contra Porras, no ha tenido el resultado esperado, no han cesado los ataques, más bien cada vez esa minoría corrupta se siente envalentonada para seguir haciendo de las suyas.
No espere más Presidente. Nadie le está pidiendo que vaya contra las leyes, solamente es de aplicar la Constitución como corresponde, no puede ser que sus asesores sean tan miopes e ingenuos que no hayan estudiado esa posibilidad de destituir a la Fiscal General amparado en la propia Constitución.
¿Será que lo que está esperando es que lo envíe a prisión a usted, Presidente?, porque ese será el paso siguiente después de la aceptación de cargos de la directora del Instituto de la Víctima, Ligia Hernández, o la persecución espuria contra el periodista José Rubén Zamora, o la criminalización de oficio que ha hecho contra la exfiscal Virginia Laparra o el ex titular de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval.
Llegó el momento de actuar, de enfrentarse a toda esa maquinaria corrupta incrustada en el Estado. Seguramente el pueblo le apoyaría si tomara está decisión, no lo dejarían solo, pues no es solo su lucha es la de toda Guatemala. Por una justicia independiente, transparente y justa.